Por: Emilio de la Garza / Ecolab / caolvera@contactoenmedios.com.mx
Tan solo en México se desperdician más de 10 mil toneladas de alimento al año, por lo que alimentos limpios y en buen estado, desde su producción y manufactura hasta el consumidor final, ayudan a que haya menos desperdicio y pérdidas.
En el marco del Día Mundial de la Alimentación 2016, cuyo tema es “El Clima está cambiando. La alimentación y la agricultura también”, consideramos que, de no cumplir con estándares mínimos de inocuidad alimentaria, la industria del país seguirá desperdiciando y perdiendo miles de toneladas de comida, situación que también afecta en la seguridad alimentaria, con impacto económico y social.
Recientemente, cifras de la Cruzada Nacional Contra el Hambre revelaron que el costo de las pérdidas de alimentos ascienden a más de 100 mil millones de pesos, con lo que se podría alimentar a 7.4 millones de personas en pobreza extrema y carencia alimentaria durante semanas.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), factores como toxinas de origen natural, agua contaminada, uso no inocuo de pesticidas y residuos de medicamentos veterinarios pueden provocar que los alimentos no sean inocuos, así como condiciones no higiénicas en el manejo y almacenamiento y la falta en el control de temperatura.
Así mismo, para la FAO, es de suma importancia que los operadores de la cadena alimentaria tengan conocimiento y formación sobre cómo producir los alimentos, y apliquen buenas prácticas de higiene para garantizar que los alimentos finales estén 100 por ciento seguros para el consumidor.
Se han desarrollado mecanismos integrales de higiene para toda la cadena alimenticia, cuidado del mismo alimento y el entorno en que son manejados, desde su producción hasta la transportación de los mismos, permitiendo la reducción de recursos como agua y energía de hasta un 80% en casos particulares, y en más de un 40% en los tiempos de limpieza y número de empleados.
La tendencia es que las empresas de la industria alimentaria están utilizando cada vez más tecnologías que garanticen la higiene de los alimentos, pero también que incrementen la productividad y seguridad, así como la calidad del producto.
ACERCA DEL AUTOR
Emilio de la Garza es Director de la División de Alimentos y Bebidas de Ecolab, líder mundial en tecnologías de agua, higiene y energía, y servicios para mejorar la eficiencia operativa en las industrias de alimentación, salud, energía y hospitalidad, incluyendo soluciones integrales en la inocuidad de los alimentos y su manejo.