Wilfredo Blancarte / Victaulic / rcastrillo@jeffreygroup.com
¿Recuerdan el gran incendio de Chicago de 1871? ¿Saben cuáles fueron sus causas? Las hipótesis más aceptadas afirman que, después de un accidente que prendió las llamas, el fuego se extendió de forma rápida por gran parte de la ciudad, asolándola, en un desastre que duró tres días. En retrospectiva pensemos en cuánta parte del daño se podría haber evitado si se hubiera contado con la tecnología e ingeniería aplicada en sistemas de protección contra incendios de la que disponemos hoy en día.
Desde entonces, la ciencia, de la mano de la tecnología, han avanzado en diversos métodos para garantizar la seguridad y evitar que los fuegos se extiendan de esta manera. Viviendas, edificios de oficinas, plantas industriales, etcétera, se han equipado con sistemas más eficientes de protección contra incendios a medida que los años avanzan, tratando de ofrecer los máximos niveles posibles de seguridad en cada edificación.
Esta protección es especialmente necesaria en edificios de oficinas, donde se concentra una gran cantidad de personas durante varias horas. Por ejemplo, de acuerdo con datos de Coldwell Banker Commercial, la Ciudad de México es un centro urbano con gran cantidad de metros cuadrados de oficinas, especialmente en las zonas de Santa Fe, Polanco e Insurgentes, cuya demanda va en aumento año con año. Además, según la inmobiliaria CBRE, el aumento de la demanda se ve reflejado en el incremento de 19% en la solicitud de espacios corporativos registrado durante 2017 en México.
Existen infinidad de motivos por los que se puede generar un incendio en un edificio. Desde el sobrecalentamiento de sistemas eléctricos que provocan cortocircuitos, hasta la presencia de maquinaria que funciona a altas temperaturas. Los incendios conllevan un elevado riesgo de pérdida de vidas humanas, por lo que es de gran importancia estar equipados correctamente para garantizar la seguridad.
El Triángulo del Fuego
Un incendio se genera por la interacción simultánea de tres elementos: un objeto combustible; la presencia de oxígeno; y el aumento en la temperatura. Cuando alguno de estos tres elementos no está presente o se ve reducido, es en ese momento cuando las llamas comienzan a extinguirse. De esta manera es como se erradican los incendios, atacando a alguno de los agentes, principalmente, los más vulnerables, la temperatura y los niveles de oxígeno.
En los edificios de oficinas, la causa más común para que se inicie un fuego es una falla en los sistemas eléctricos, como puede ser un sobrecalentamiento del equipo lo que genera un cortocircuito que da comienzo al incendio. Este caso nos ayuda a ilustrar el triángulo del fuego: cuando se presenta un aumento en la temperatura se produce una chispa que incendia un objeto (o combustible), y ante la presencia del oxígeno en el medio ambiente las llamas crezcan y se extiendan.
Considerando el aumento de los espacios dedicados a oficinas en la Ciudad de México, así como al alojamiento de equipo electrónico que aumenta la temperatura del lugar donde está instalado, estar preparados para suprimir un incendio, se vuelve un tema central; sobre todo con el objetivo de garantizar la seguridad de las personas y, en un segundo plano, resguardar la inversión en equipos, con el fin de reducir los tiempos requeridos para reiniciar actividades.
Los avances en la tecnología y la innovación en la ingeniería presentan alternativas eficientes y sustentables para responder a este reto. Adicional a las formas tradicionales de suprimir incendios basadas en el uso masivo de agua, lo cual daña los equipos electrónicos; o mediante el uso de dióxido de carbono (CO2), para reducir los niveles de oxígeno, lo cual pone en riesgo las vidas humanas, la ingeniería aplicada ha desarrollado sistemas híbridos, que combinan los beneficios de los métodos tradicionales suprimiendo sus defectos.
Estos sistemas mezclan gases inertes, como el nitrógeno, con el agua; de este modo, se obtiene una solución para combatir los incendios de forma segura, eficiente, poco costosa y amigable con el medio ambiente. El objetivo es reducir la temperatura, así como el oxígeno presente. Estos sistemas, utilizan poca agua, que se mezcla con el nitrógeno a gran velocidad a baja presión, lo que crea una neblina uniforme que se expande rápidamente por el área que se debe proteger. El resultado es que el agua baja la temperatura y el nitrógeno reduce el oxígeno, extinguiendo el incendio sin poner en riesgo la vida humana.
Ejemplo de Una Descarga de Un Sistema Hibrido
Representación de una Neblina Suspendida Compuesta con Moléculas de Nitrógeno y Agua
La prioridad a la hora de combatir incendios es preservar la seguridad e integridad de las personas al 100%. Por esta razón es fundamental proteger nuestras oficinas contra el riesgo de un incendio. Para asegurar esto se deben implementar dos tipos de medidas en un edificio: pasivas y activas. Las medidas pasivas son todas aquellas que afectan al proyecto de la construcción, es decir, todo lo relacionado con la prevención de los daños, como son las rutas de evacuación para los usuarios (deben ser claramente distinguibles y amplios) o las acciones para retardar el efecto del fuego y su expansión. Las medidas activas, por su parte, son los sistemas de extinción de incendios. Estas necesitan un mantenimiento regular, para garantizar que los equipos se encuentran operativos para suprimir cualquier contingencia. Ambas medidas son igualmente importantes – y complementarias – a la hora de proteger las vidas alojadas en un edificio[1].
Por esto es necesario contar con los elementos preventivos necesarios, pero también disponer de un sistema de supresión eficiente que aporte toda la seguridad posible a los usuarios, y para ello, pensar en un sistema híbrido que proteja el edificio en su totalidad, evitando pérdidas humanas y de capital.
ACERCA DEL AUTOR
Wilfredo Blancarte es gerente regional en México, Centroamérica, Caribe y los Andes para Soluciones de Supresión de Incendios de Victaulic
Correo: rcastrillo@jeffreygroup.com
[1] Asociación Mexicana de Rociadores Automáticos Contra Incendios (AMRACI): Salvar Vidas