En la industria de la logística, la función de los almacenes juega un papel muy importante; lo que alguna vez se consideraba una bodega para simplemente guardar los productos, hoy forma una parte crucial dentro de la cadena de suministro. Así mismo, la creciente evolución del comercio electrónico implica que se tenga una estricta organización y control del almacén.
Para que el negocio funcione de manera eficiente, es necesario poner atención al manejo y almacenaje de los productos, ya que brinda beneficios como: ahorro de tiempo, aumento de productividad y eficiencia. El objetivo es asegurar el suministro continuo y oportuno de la materia de producción requerida para evitar interrupciones en el proceso.
En México, el panorama de la logística y el transporte es positivo; de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), los ingresos del sector de transporte, correo y almacenamiento incrementaron 1.84 por ciento durante el periodo noviembre – diciembre 2017 y presentaron un incremento del 6 por ciento anual.
“Si bien, es importante ofrecer un producto de calidad, también hay que considerar dónde y cómo será almacenado para que no pierda sus características y su valor. Un almacén tiene más funciones además de asegurar mercancía; dependiendo de las características del producto, el almacén desempeñará una función específica y también será diseñado de tal forma que se adapte a las necesidades del producto”, comentó Antonio Rivero, Director Regional de Ventas para Latinoamérica en Manhattan Associates.
LOGÍSTICA DE LOS ALMACENES
Para mejorar la logística de los almacenes hay que revisar que se pongan en práctica los siguientes principios básicos. Recuerde que un almacén es un importante eslabón en la cadena de suministro y que no debe ser subestimada su organización:
- Conocer el producto: Existen muchos tipos de almacenamiento dependiendo las características de la mercancía que se está guardando. El correcto almacenaje evitará que se dañe el producto y, con esto, pérdidas monetarias.
- Evaluar la cantidad de pedidos: Antes de realizar un gasto en la renta o compra de un almacén, se debe pensar en cuántos pedidos se tienen. A partir de 50 o más, se debe considerar una profesionalización del almacén, organizar por lotes de pedidos y una rigurosa asignación de tareas a cada miembro del equipo.
- Automatización: Esto permite una mejora en la productividad y representa una reducción de costes. En relación al punto anterior, cuando los pedidos rebasan las 1000 unidades, es recomendable automatizar el proceso e instalar un software de administración de almacén para optimizar el proceso.
- Limpieza del almacén: Puede parecer obvio, pero hay que recordar que es de suma importancia que se haga una constante organización y limpieza de lo que ya no se necesita para que sea todo más accesible y el trabajo sea más eficiente. Además, ayuda a evitar accidentes.
- Organización de acuerdo a la industria: Para mejorar la administración del almacén y ahorrar tiempo en el flujo de la cadena de suministro, se debe considerar el clasificar los productos de acuerdo a sus características. Puede suceder que muchos productos sean enviados al mismo tiempo, por lo que tenerlos en una misma área ayuda a los trabajadores a localizar fácil y rápido todo un cargamento.
Las empresas deben considerar que el proceso logístico comienza desde un punto muy básico desde conocer quiénes somos, qué vendemos y cómo lo hacemos. Una vez que tenemos claras las características de nuestros productos o servicios, entonces podemos crear una estrategia que incluye almacenaje, envío bajo las condiciones específicas del producto, entre otras. Una empresa exitosa es aquella que tiene una organización clara, eficiente y productiva.
GESTIÓN DEL ALMACÉN
Como parte de la Logística, se requiere de una buena gestión y ejecución de las diferentes transacciones que se llevan a cabo en el Almacén (recepción, ubicación, preparación de pedidos, distribución y por otro lado evitar la obsolescencia y deterioro del producto, con una buena manipulación y gestión de compras), derivando con ello en una fiabilidad de los inventarios.
Un almacén diseñado para dar servicio al cliente tiene dos objetivos fundamentales: la velocidad para llegar al mercado antes que la competencia (time to market), y la ausencia de errores para no generar insatisfacción, lo que llevaría a emprender acciones correctoras que elevarían el coste total.
En base a esto, el almacén debe estar diseñado y dotado de las tecnologías adecuadas para garantizar este nivel de servicio. Si se hace un seguimiento del flujo de materiales en su interior, desde la recepción hasta la expedición, éstos son los requisitos que han de tenerse en cuenta:
A. Recepción de las mercancías. Independientemente de queel producto que se recibe sea de un proveedor o bien de un almacén o factoría propios, las mercancías tienen que llegar en un embalaje normalizado y diseñado para facilitar su manipulación a lo largo del ciclo de vida del mismo, garantizando también la integridad del artículo que contiene. Eso significa que se logrará simplificar la manutención interna del almacén, es decir, las operaciones de transporte de cargas, al trabajar con un conjunto de pesos y dimensiones conocidos. A su vez, la zona de entradas debe disponer de un método de identificación unívoco del producto, de las unidades contenidas, de la caducidad, del lote, etc.
B. Sistema de Gestión del Almacén (SGA). Dicha información será capturada por este sistema para su posterior tratamiento y uso en la toma de decisiones. Si esta identificación no existe tiene que efectuarse como parte de las operaciones de recepción. El Sistema de Gestión controlará las diversas etapas de manejo de la mercancía en el almacén como veremos adelante.
C. Zona de Recepción y Control de Calidad. Otro punto que hay que considerar es el tamaño del espacio físico destinado a la recepción, ya que de su correcto diseño depende la fluidez o la saturación de la zona de trabajo, con el correspondiente aumento de riesgo de errores. Igualmente, ha de tenerse en cuenta una zona de control de calidad para aquellos casos en los que no existan acuerdos de calidad concertada con el proveedor o simplemente haya razones suficientes como para considerar desajustes en el número de productos, así como el deterioro de los mismos.
D. Ubicación en la zona de almacenaje. Una vez se ha realizado la recepción, se debe proceder a la entrada física en el sistema de almacenaje. Para ello el SGA debe conocer la posición única e individual dentro del almacén que tiene que ser asignada al producto según sus características y, por lo tanto, saber guiar a los medios de manutención para su correcto almacenaje. Por supuesto, la posición ha de quedar registrada en una base de datos para poder ser consultadas en el momento de necesitar acceder al producto en cuestión.
E. Extracción de la zona de almacenaje. La extracción del producto del almacén se produce por dos razones fundamentales: la salida como carga completa con destino al cliente o la reposición de una zona de preparación de pedidos (picking). Las aportaciones a los procesos productivos se tratarán como un cliente externo. En todos los casos, el SGA tiene que guiar a los medios de manutención interna, para extraer la carga adecuada respetando los criterios de gestión previamente parametrizados, y asignar correctamente el destino de la mercancía.
F. Preparación de pedidos. El SGA debe ser capaz de capturar las peticiones de los clientes (externos o internos) con la máxima rapidez posible y transmitirlas de forma veloz y segura a los medios de preparación de pedidos. Esta agilidad requiere garantizar que el lineal de picking tiene stock disponible para no quedarnos sin producto a mitad del proceso. Para ello, el número de unidades contenidas en cada ubicación ha de estar diseñado en función de la demanda del artículo y la frecuencia de reposición desde la zona de stock. El sistema de picking tiene que garantizar una rápida preparación de los pedidos, con la mínima manipulación posible de materiales, y ofrecer seguridad ante los errores, que pueden ser de tipo o de cantidad.
G. Etiquetado y embalaje. Una vez terminada la preparación es muy importante incorporar al pedido la documentación externa (normalmente se trata de una etiqueta) necesaria para que durante el proceso de distribución física se pueda identificar en todo momento su destino final. Así mismo, internamente, se deben añadir los albaranes del pedido y, si el cliente lo solicita, el packing list. Finalmente, la elección de un embalaje adecuado al tipo de producto y al sistema de transporte es primordial para garantizar la integridad del envío y optimizar el tránsito.
H. Expedición de las mercancías. La zona de expediciones tiene que estar lo suficientemente dimensionada como para albergar el conjunto de pedidos que se encuentran a la espera de ser cargados en el medio de transporte. Además, deben agruparse según sea el criterio de reparto para minimizar la posibilidad de errores en la carga, es decir, por rotura, por cliente o grupo de clientes, por agencia, por operador logístico, etc.
REFERENCIAS
Manhattan Associates; https://manhattan-associates-inc.prezly.com/5-puntos-para-mejorar-la-logistica-de-tus-almacenes
America Retail; https://www.america-retail.com/opinion/opinion-5-puntos-para-mejorar-la-logistica-de-tus-almacenes/
Meet Logistics; https://meetlogistics.com/inventario-almacen/almacen/