9-Junio-2017
Fuente: Mexicoxport
El Plan de Órbita 2.0 es el documento estratégico del sector aeroespacial que marcará la ruta de desarrollo de sectores como telecomunicaciones, salud, agricultura, prevención de desastres y seguridad, entre otros. Con él buscan impulsar el desarrollo del área y convertir al México en un país líder hacia 2035, mediante el impulso de actividades espaciales y lograr una participación en el mercado del 40%, incluyendo uso de tecnologías espaciales en beneficio de la población y posibles soluciones al cambio climático.
Para 2036 se presentan también dos hitos: colocar al país como uno de los líderes mundiales en el uso de las tecnologías espaciales y garantizar el acceso al espacio, consolidando la preservación y ampliación de los recursos de órbitas y el espectro radioeléctrico, así como la concertación de dos posiciones orbitales adicionales.
Con la puesta en marcha del Plan Órbita 2.0 se espera que para 2020 la industria aeroespacial genere alrededor de 12 mil millones de dólares por concepto de exportación y se ubique dentro de los diez primeros lugares a nivel mundial. Para 2026 se busca que el país tenga presencia en el desarrollo de componentes, productos y servicios con una participación del uno%, equivalente a los tres mil millones de dólares, todo ello a nivel mundial. Además de desarrollar infraestructura que permita aumentar en 25% la conectividad en Latinoamérica.
De acuerdo con Francisco Javier Mendieta, director general de la Agencia Espacial Mexicana (AEM), el sector aeroespacial a nivel mundial se valoró en 323 mil millones de dólares en 2015 y las telecomunicaciones, observación de la tierra y navegación, contribuyeron con un 39% de los ingresos del sector.
Entrevistado al término del evento, el titular de AEM, afirmó que nuestro país se encuentra en la mejor oportunidad para catapultar a la industria espacial, mediante “la triple hélice” (academia, gobierno e industria), así como con alianzas internacionales.
Al cuestionarlo sobre la relación con Estados Unidos y sobre ésta ha tenido alguna afectación a propósito de las políticas proteccionistas de su presidente, Donald Trump, dijo: “nuestro principal aliado a nivel de agencia espacial es la Nasa, tenemos una buena relación e incluso tenemos intercambio para capacitación de capital humano y para realizar diversos proyectos.
Nuestra relación con Estados Unidos es muy buena y no ha tenido ninguna variante. También tenemos buena relación con la industria norteamericana que ya está presente en México y con la que llegará cuando empiece ser un socio tecnológico para el desarrollo de nuevas plataformas espaciales”, apuntó.
En tanto, Paulo Carreño King, director general de Proméxico, resaltó las oportunidades que el país tiene para ser líder en la industria aeroespacial, sin embargo, dijo que hacen falta estrategias.
“Detonar el desarrollo del sector espacial en México es un proyecto muy ambicioso, cuyos resultados trascenderán la misma industria, pues un sector espacial fuerte contribuirá de forma importante al crecimiento de la economía mexicana. Siendo un sector intensivo en investigación y desarrollo, éste impulsará el desarrollo de otros sectores económicos y detonará la transferencia de tecnología, la creación de empleos y la capacitación y desarrollo de recursos humanos”.
De acuerdo a la experiencia internacional, los países que cuentan con una economía espacial, generan dos empleos indirectos por cada empleo directo creado, e inducen un tercero en sectores afines, más un cuarto puesto de trabajo en investigación y desarrollo.
El Plan de Órbita 2.0 también ofrece soluciones que se orientan a la atención de las necesidades de la población en distintos ámbitos, como: telecomunicaciones, salud, agricultura, prevención de desastres y seguridad, entre otros. Por ello, su impacto comprende múltiples beneficios orientados a mejorar la calidad de vida de los mexicanos.
En él se establecen acciones para convertir a México en un país líder, a través de una estrategia sostenida que permita aprovechar y conjuntar las fortalezas de los sectores público y privado.