7-Nov-2016
Fuente: Comunicación Social Guanajuato
Discurso del Secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, al dar inicio la fase de audiencias públicas sobre el proceso de análisis y discusión del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP): Me gustaría, en primer lugar, reconocer el acompañamiento que el Senado de la República hizo al proceso en el cual estuvimos durante tres años involucrados en esta negociación. El Senado tuvo a bien designar una Comisión Especial en la cual participaron por el Partido Acción Nacional, la Senadora Gabriela Cuevas; el Senador Héctor Larios; participó el Senador Torres Corzo por parte del Partido Revolucionario Institucional; la Senadora Marcela Guerra; por el Partido de la Revolución Democrática la Senadora Iris Vianey, y por Morena, el Senador Mario Delgado.
Estos seis senadores estuvieron dando seguimiento a los procesos de informe, de continuación, de acompañamiento, en el proceso de negociaciones que inició justamente el día tres de diciembre del año 2012 y concluye con la firma del Acuerdo, del Tratado del Pacífico, justamente el día cinco de octubre del año 2015.
Ese fue un proceso que nos llevó prácticamente a partir de la incorporación de México a intensificar las negociaciones; los últimos miembros del TPP que se incorporan son México y Canadá en el 12, y más adelante se incorpora justamente Japón.
El proceso de negociaciones venía desarrollándose tiempo atrás. De hecho se había originado hace mucho tiempo con el famoso P-4 cuando estuvieron prácticamente sólo Chile estaba en ese momento Singapur, estaba en ese momento Nueva Zelanda y Brunei, eran los cuatro fundadores originales.
Después, más adelante se potencializa cuando en el año 2010 o 2011 se incorpora justamente un conjunto de participantes importante y prácticamente empezamos a dirigirnos hacia esta negociación, como país, a partir del año 2012.
Déjenme primero comentarles que el momento de entrada a esta negociación fue fundamental porque ninguno de los 30 capítulos –a excepción del capítulo de pequeñas y medianas empresas- había cerrado. Lo que dio la oportunidad a México de poder participar desde el origen de la construcción y la arquitectura de cada uno de los capítulos muy asociado con el interés nacional. Ninguno de los capítulos, a pesar de que llevaban prácticamente cuatro años de diálogos y negociaciones, había realmente aterrizado en términos de su estructura y de su arquitectura legal de tal manera que México toma la pluma y participa de manera activa en este proceso.
Analizando un poco, y es fundamental por el compromiso que el Senado de la República pone en esta construcción de foros y consultas, me gustaría hacer una pequeña reflexión sobre lo que ha pasado con el comercio internacional desde el enfoque del multilateralismo.
Ustedes tuvieron a bien este año aprobar justamente el paquete de facilitación de comercio de la Organización Mundial de Comercio que se había aprobado en la Reunión de Kenia, de justamente el año pasado.
Sin embargo, este proceso no da una viabilización de que la multilateralidad avance al ritmo que es necesario. Lamentablemente los procesos de gobernanza de la Organización Mundial de Comercio llevan una dinámica que no nos permitiría poder ver en el corto plazo un cierre de la Ronda de Doha. Esto es en detrimento de los países menos desarrollados y de los países en vías de desarrollo porque en este contexto lo que pasa en el comercio internacional es que la organización ha sido muy útil para dirimir controversias comerciales, ha sido muy útil para avanzar negociaciones sectoriales como la negociación ambiental, como la negociación de servicios, pero sin embargo la posibilidad que las medianas y pequeñas economías puedan entrar en una dinámica de integración global se ha venido rezagando. Y eso ha dado pie a que los acuerdos bilaterales y los acuerdos plurilaterales de comercio han tomado una posición relevante construyendo regiones de comercio competitivas que de alguna manera se están construyendo alrededor del mundo.
México tuvo su momento en esa historia cuando pudimos concretar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte siendo uno de los parteaguas y una de las plataformas que de alguna manera pone las bases en el siglo XX para lo que fueron los tratados posteriores.
Sin embargo hoy la región de Asia-Pacífico lleva una dinámica sobre todo concentrada en Asia, en la conformación de las asociaciones comerciales que de alguna manera conforman el grupo de países concentrados en el Asia y que a través de Asia han estado avanzando de una manera significativa.
Frente a esos retos, cuando se analiza el interés-país y la conformación de una región comercial, hemos visto cómo México a través de los tratados que mencionaba la Senadora Cuevas, se ha integrado de una manera competitiva y contundente en América del Norte. Ha visto la integración en Alianza Pacífico como un esquema real de fortalecimiento de su relación con América Latina, y está en el proceso de modernización con el Acuerdo con Europa, pero explícitamente le habíamos dado la espalda a una asociación estratégica con uno de los continentes de mayores tasas de crecimiento en el mundo, que es el Asia. En ese sentido, México tenía que hacer una recomposición de su estrategia para poder estar centrado en cuatro ejes cardinales desde el punto de vista de la transformación de valor.
Hoy el comercio internacional no se mide como cuando lo estudiamos en los setentas, simplemente en un análisis bilateral de exportaciones, importaciones y de saldo comercial de país a país, se mide desde el punto de vista de un contexto integral donde los países aportan a la transformación de valor y generan oportunidades nacionales, a través de agregar a la producción global, mayores componentes productivos.
En ese sentido, es claro que una estrategia comercial no puede diseñarse en aislamiento de políticas públicas que nos permitan definir el futuro de cómo la política industrial tiene que ser la contraparte de la medalla de cómo integramos de manera racional y lógica los actores productivos nacionales.
Cuando analizamos el momento por el que pasa justamente la globalidad nos damos cuenta que antes del 2009 la economía global venía creciendo al cinco por ciento anual con tasas de crecimiento del comercio global, del 16 por ciento anual.
Después de la crisis financiera del 2009 las tasas de crecimiento no han podido superar el 3.3 por ciento promedio y por lo tanto el pilar del comercio y su integración ha sido disminuido a tasas negativas promedio de alrededor del 2.3 por ciento.
Sin duda, las estrategias de comercio tienen que ser visualizadas desde el punto de vista de construcción de políticas públicas. No podemos entender una política de apertura que no tenga la corresponsabilidad de definir claramente cómo los actores económicos nacionales se incorporan a los procesos de generación de valor, de tal manera que una de las aportaciones importantes que ha hecho el Legislativo nacional es entender de que si bien hay saldos positivos de la integración que hicimos en los 90 con América del Norte, tenemos que reconocer que había elementos de desregulación de la economía nacional que permitiera a las pequeñas y medianas empresas tener acceso a insumos estratégicos de manera competitiva para poder seguirse incorporando a las cadenas de valor, y ese reto, de alguna manera, queda mejor manejado a partir de las reformas que ustedes mismos aprobaron ,para poder establecer un mecanismo en el cual la pequeña y la mediana se incorporen en un proceso de éxito en este proceso de conformación.
Finalmente, compartir con ustedes que en el caso del TPP, prácticamente en el momento de la toma de decisión de incorporación de México queda clarísimo cuáles son los objetivos: el primero, estando adentro cinco socios comerciales de México contratados, que en algunos casos no tenían el nivel de ambición necesario, era importante poder ser arquitectos y corresponsables de las nuevas reglas del comercio en el Siglo XXI. Era importante no descuidar la portería en la participación del mercado de América del Norte, dejando a otros simplemente dar la definición de un tratado que abría las puertas de acceso a los asiáticos al mercado de América del Norte.
Fortalecer las reglas de origen de integración de valor, justamente con los socios existentes tanto en Estados Unidos como en América Latina; profundizar las preferencias de exportaciones agroalimentarias a Japón; incluir seis nuevos mercados que en su conjunto representan alrededor de 160 millones de nuevos consumidores. Tener el derecho y la preferencia de al ser socios fundadores podemos determinar cómo y bajo qué reglas se incorporan nuevos actores.
He comentado ya, en diferentes momentos con el Senado de la República que Corea del Sur viene estableciendo la necesidad o la solicitud de establecer un acuerdo con México. Es mucho más fácil negociar con un país al incorporarlos a una plataforma como TPP donde México como país pionero puede establecer las reglas del juego que una negociación bilateral que nos pone entre dos sectores: el agroalimentario que tiene una estrategia ofensiva frente al mercado coreano, y el electrónico manufacturero que tiene una estrategia defensiva, y fundamentalmente también establecer que en esta integración es muy importante definir que nos resuelve de manera fundamental la manera como queremos integrar valor justamente en una plataforma que se conecta en cuatro ejes cardinales.
Para nosotros, en los foros que ustedes están de alguna manera dando punto de arranque el día de hoy, van a ser fundamentales. La participación de académicos, de empresarios, de organismos no gubernamentales, la participación misma de todos los legisladores, nos permitirá compartir, basados en los hechos, con documentos en la mano, cuáles son los puntos de análisis y reflexión. Hay sectores claramente ganadores en este proceso que están fundamentalmente integrados en una visión plurilateral donde los balances son muchísimo más eficientes. Cuando se negocia bilateralmente es más difícil lograr esa canasta de avance. Sabemos, por ejemplo, que el caso de lácteos tiene una cierta vulnerabilidad frente a Nueva Zelanda, por eso no permitimos el libre comercio de lácteos, se sujetó a un proceso de largo plazo de apertura, pero por otra parte, el mismo sector agroalimentario tiene una estrategia ofensiva para entrar a los mercado de Vietnam, Malasia, de Japón, de manera más profunda, al mismo tiempo que nuestros esquemas de manufactura tienen una posición competitiva fundamentalmente favorable.
Creo que al final del día nos darán ustedes la oportunidad de compartir a nivel de detalle cada uno de los 30 capítulos, cuál fue la visión estratégica y cómo el sentido de conjunto nos da un posicionamiento estratégico de país para los retos del comercio internacional en el siglo XXI.