Por: Gerardo Rojas / KPMG / asesoria@kpmg.com.mx
Durante 2020 y 2021, la innovación fue un tema de supervivencia, dado que los productos y la forma de entregarlos tuvieron que transformarse para que las ventas disminuyeran lo menos posible, aprovechando canales alternos y asegurando una experiencia óptima para el cliente. En este contexto, ¿qué tan capaces son las organizaciones de seguir adaptándose a una realidad cambiante?
La pandemia aceleró lo que ya era un hecho: un contexto de cambios abruptos, donde la capacidad para innovar será un factor fundamental no solo para sobrevivir, sino para impulsar los negocios.
En la encuesta anual Perspectivas de Alta Dirección en México 2022. Resiliencia ante la incertidumbre de KPMG en México, se encontró que 35% de las organizaciones consideran que el horizonte de innovación este año se focalizará en mejorar el portafolio de productos o servicios existentes.
Por otro lado, la creación de nuevos tipos de oferta, que atiendan las necesidades de mercados distintos a los que ya existen, es la prioridad para 29% de la muestra. Lo anterior, sobre todo, porque los cambios radicales generados por la pandemia han creado oportunidades que a inicios de 2020 ni siquiera se consideraban viables.
ALINEAR PRESUPUESTOS Y OBJETIVOS
En cierto sentido, la innovación podría resumirse como la capacidad de encontrar cuál es el diferenciador de la empresa ante su mercado objetivo para posteriormente generar disrupción y conseguir una ventaja sobre la competencia.
Es necesario destinar recursos a la innovación para conseguir dicha capacidad. Establecer una cifra definitiva para determinar cuál es el monto ideal depende de los objetivos que se plantee la empresa. Por ejemplo, en la industria de manufactura/industrial, la mayor parte de la muestra señala que destinará a la innovación menos de 2% de los ingresos de la compañía, mientras que en sectores como servicios financieros o servicios especializados se destinará entre 2% y 5%.
Entonces, independientemente de los presupuestos, ¿en qué deberían centrarse las estrategias de innovación? La mayoría de los encuestados considera que asegurar la permanencia del negocio es la prioridad (65%), mientras que 62% piensa que incrementar las ventas y la productividad es lo más importante este año. Finalmente, 56% asegura que mejorar la experiencia del cliente es de suma relevancia.
Como se aprecia en los resultados del estudio, la labor consiste en avanzar hacia la transformación de la compañía, pensando en la oferta de valor que estará vigente dentro de cinco años, y que, actualmente, no forma parte del portafolio de servicios y productos que se ofrece al cliente.
Nota: las ideas y opiniones expresadas en este escrito son del autor y no necesariamente representan las ideas y opiniones de KPMG en México.
La información aquí contenida es de naturaleza general y no tiene el propósito de abordar las circunstancias de ningún individuo o entidad en particular. Aunque procuramos proveer información correcta y oportuna, no puede haber garantía de que dicha información sea correcta en la fecha en que se reciba o que continuará siendo correcta en el futuro. Nadie debe tomar medidas con base en dicha información sin la debida asesoría profesional después de un estudio detallado de la situación en particular.
ACERCA DEL AUTOR
Gerardo Rojas es Socio Líder de Asesoría de KPMG en México y Centroamérica. Cuenta con más de 20 años de experiencia brindando servicios de asesoría a clientes locales y multinacionales en transacciones y operaciones de inversión en México y otros países. Ingresó a KPMG en 1997 al área de Auditoría de Servicios Financieros, y en 2003 se integró al equipo de Transaction Services, área en la que fue promovido a Socio en 2010. Desde 2016 Gerardo se desempeñó como Socio Líder de Deal Advisory & Strategy, posición en la cual lideraba un equipo enfocado en procesos de estrategia, compra, venta, asociación, reestructura e integración. Actualmente lidera la práctica de Asesoría de KPMG en México y Centroamérica.
Correo: asesoria@kpmg.com.mx