Por: Alejandro Bravo / KPMG / asesoria@kpmg.com.mx
La historia reciente en implementaciones de tecnología para la salud no ha sido sencilla. Se han observado ciertos retos y lecciones aprendidas en diferentes sistemas de salud en el mundo, pero ¿a qué podemos atribuir la resistencia a la transformación digital con inversiones importantes? ¿Qué debe considerar el sector para que las estrategias den los resultados esperados?
Al examinar diferentes casos a nivel local e internacional, quizá la lección más importante de todas es que la transformación digital no se trata de reemplazar sistemas o procesos analógicos con los digitales; sino de que las tecnologías sean diseñadas con mucho cuidado para que la interacción entre los prestadores de servicios y los pacientes sea mucho más sencilla, con una inversión importante en el diseño de las herramientas y el rediseño de los procesos.
Una tendencia que se ha observado en distintos casos es la gran expectativa que se tiene en la tecnología, con un periodo inicial de frustración y reducción de la productividad. Los beneficios se pueden ver materializados en un periodo de dos años; sin embargo, este cambio tan importante que va de la mano con varias estrategias de transformación suele ser modificado o incluso abandonado en ocasiones.
Al examinar las fallas en las implementaciones tecnológicas en la industria de la salud, que se apartan de las historias de éxito, hemos identificado siete grandes lecciones [1]para lograr los beneficios de las estrategias digitales:
1) La transformación
Esta viene de las nuevas formas de hacer el trabajo, no de la tecnología por sí misma. Las organizaciones requieren un programa de transformación soportado por la tecnología, no al revés. Esta es una lección fundamental.
2) Factor humano (la gente)
Mientras los sistemas digitales llegan a ser el blanco de las críticas en un programa de cambio, un área de oportunidad es la capacitación y preparación de la gente. Para sobrellevar estos temas, las organizaciones requieren invertir en desarrollo organizacional.
3) Diseño de sistema
Se requiere enfocarse en la especialización para el diseño de los sistemas tecnológicos. La falta de alineación de uno o más de estos factores explica una parte importante de las fallas en las implementaciones en los últimos años. Lograr la alineación requiere involucramiento importante del personal y el esfuerzo dedicado para alcanzarla.
4) Inversión en análisis de datos
Mejorar la productividad requiere un extenso rediseño de los procesos de trabajo, el uso de modelos predictivos para distribuir los recursos, anticipar demanda, una intervención temprana y la habilidad de aprender y adaptarse. Nada de esto se logra sin habilidades analíticas, ya sean dadas o adquiridas por la organización. Proveedores que han tenido éxito han hecho inversiones significativas para desarrollar sus propios análisis de datos y de la capacidad de software.
5) Múltiples interacciones y aprendizaje continuo
La implementación tecnológica es un proceso de cambio continuo, en el que puede haber varios ciclos, algunos difíciles, antes de que los sistemas alcancen el punto en el cual la inversión empiece a generar resultados.
6) Soporte de interoperabilidad
Hay un número de cosas que las organizaciones pueden hacer para apoyar la interoperabilidad. Primero, mientras se configuran los expedientes clínicos electrónicos (ECE, por sus siglas en inglés) para la productividad, una sobre configuración puede inhibir el intercambio de datos, en especial cuando este es utilizado por varios usuarios de la red. Segundo, aunque no hay un consenso sobre si un sistema es mejor que un multisistema, es importante cerciorarse de que se hayan evaluado los beneficios de ambos.
7) Políticas de gobierno sólidas y procesos de seguridad de datos
Distintos proveedores de salud han sufrido ciberataques en los últimos años, y no todos están preparados para ello. Políticas de gobierno corporativo sólidas son esenciales para asegurar la confidencialidad de la información de los pacientes.
México no escapa de esta realidad: por un lado, tenemos prestadores de servicio que han implementado algunos cambios tecnológicos en su infraestructura con resultados variados, principalmente en el sector salud privado. Como bien se menciona, los casos de éxito que se pueden tomar como ejemplo prácticamente repitieron o se basaron en los puntos arriba mencionados. Los que, por el contrario, tuvieron una experiencia no tan exitosa, o incluso abandonaron los procesos de cambio, no consideraron todos los elementos necesarios.
En el caso del sector público no se ve una velocidad similar, pues la dinámica y prioridades son diferentes. No obstante, se ha invertido en la modificación de los sistemas de información para tener una mejora en los procesos de operación. Las instituciones de salud del Estado han hecho inversiones importantes en infraestructura; en términos generales, tomar las experiencias de otros para mejorar los procesos de implementación es un área de oportunidad para ellas.
La implementación de la tecnología es un reto para el sector salud y será esencial seguir los pasos indicados para que resulte útil adoptar nuevas herramientas y así poder generar una mayor eficiencia en los procesos, productividad de los servicios y mejorar la experiencia de los pacientes.
ACERCA DEL AUTOR
Alejandro Bravo es Socio de Auditoría, con más de 20 años de experiencia en auditoría, y es especialista en el Sector Salud de KPMG en México
Correo: asesoria@kpmg.com.mx
[1] Digital Health: heaven or hell?, KPMG International, 2018.