Por: Ricardo Delfín / KPMG en México / asesoria@kpmg.com.mx
Conforme a datos de Banco Mundial, en los últimos años el país se ha caracterizado por una baja penetración bancaria, medida por el índice de financiamiento provisto por la Banca en comparación con el Producto Interno Bruto (PIB). Aunque esto puede deberse a varias razones, recientemente se han hecho esfuerzos importantes para impulsar al sector financiero como un detonador de la economía del país.
Los últimos dos años han mostrado la desaceleración de algunas variables del sector financiero. Por ejemplo, de acuerdo con la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), en los años recientes, las instituciones de banca múltiple han reportado en sus balances generales (con cifras al 31 de diciembre de cada año) crecimientos en activos totales por arriba del incremento del PIB; sin embargo, en 2019 se muestra un decrecimiento importante en el porcentaje de crecimiento de activos.
Para entender cómo se canaliza el crecimiento de los activos, se muestra un análisis de su distribución, en el cual se puede observar que los activos de los bancos se han orientado principalmente a las actividades de cartera de crédito:
Comportamiento de la cartera de crédito
En los últimos años se ha registrado una mayor distribución de los recursos a productos crediticios, lo cual refleja que, hasta 2018, el aumento en los préstamos había sido mayor que el crecimiento en activos. No obstante, por primera ocasión en los últimos cinco años, se observa una disminución considerable en el porcentaje de crecimiento de los créditos.
La cartera de crédito ha mostrado crecimiento constante en cada uno de los tipos de crédito, sin embargo, el crecimiento en los créditos a empresas ha mostrado desaceleración en 2019, así como los créditos al consumo, aunque estos en menor medida. Por otro lado, los créditos a la vivienda muestran crecimiento del 11%.
Morosidad
Conforme a la información publicada por la CNBV los índices de morosidad[1] al 31 de diciembre de 2019 se encuentran en 2.20. Aunque esto muestra un ligero deterioro con respecto al 2.11 de 2018, aún se encuentra en rangos sanos y con avance importante en comparación con el 3.36 que reportaban las instituciones al cierre de 2013. Esto es muestra de la solidez en el otorgamiento de los créditos en general. Los créditos al consumo, en específico, mantienen su índice de morosidad de 4.35 al cierre de 2019 contra el 4.42 reportado en 2018, lo que refleja que no se observan eventos críticos de calidad crediticia en los portafolios.
Perspectivas del sector bancario
Pareciera que 2019 fue un año de mesura dentro del mercado financiero. La necesidad de crédito en el país sigue latente y los índices de penetración bancaria siguen indicando que existe la oportunidad y la necesidad de crédito en el país.
Sin embargo, la desaceleración en el crecimiento del crédito, especialmente el empresarial, es un reflejo de una posible reacción de mesura a tomar nuevos créditos durante el año. En contrario, los créditos a la vivienda no han mostrado una tendencia contraria, sino que reflejan incrementos.
Un factor a tomar en cuenta es que conforme a la información de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores los bancos están destinando 90% de su captación bancaria al otorgamiento del crédito, por lo que pareciera que no existe ociosidad en los recursos.
La transformación digital de los bancos en el país, la seguridad informática y la protección de datos son los temas que se mantienen vigentes en las agendas de las instituciones financieras. Se deben atender las expectativas de los nuevos usuarios sin dejar atrás la banca tradicional, y que esto se logre hacer en un ambiente seguro y evitando lo más posible interrupciones tecnológicas. En 2019 se inició la operación de una nueva plataforma para facilitar el pago y cobro a través de transferencias electrónicas denominado CoDI; el reto en esta materia es lograr un uso más amplio de esta plataforma digital entre los usuarios.
Es importante trabajar en temas como facilitar los créditos y sus costos para las pequeñas y medianas empresas (pymes), definir el papel que juega la banca de desarrollo, impulsar la educación financiera para permitir a los usuarios tomar mejores decisiones en la contratación de servicios y productos, así como el hecho de que el avance de la banca digital facilite el acceso a servicios financieros y, al mismo tiempo, atraiga a las nuevas generaciones.
Por último, habrá que estar atentos al entorno económico. Se han notado disminuciones en las tasas de interés de referencia y se deberá estar atento a las decisiones de política monetaria de los Bancos Centrales. Actualmente, es esencial para los usuarios del sector financiero deberán poner mayor atención a índices como costo anual total, tasas variables contra tasas fijas y periodos de pago.
ACERCA DEL AUTOR
Ricardo Delfín es Socio Líder de Auditoría en Servicios Financieros de KPMG en México. Es contador público y maestro en Finanzas; cuenta con más de 25 años de experiencia en servicios de auditoría y asesoría a diversas corporaciones internacionales, destacando instituciones del sector financiero, así como empresas de la industria de alimentos y bebidas. Es comisario y participa en diversos consejos de administración, principalmente del sector financiero. Ricardo es miembro activo del Instituto Mexicano de Contadores Públicos, y posee la Certificación bajo IFRS del Instituto de Contadores Públicos de Inglaterra y Gales.
Correo: asesoria@kpmg.com.mx
[1] Cartera vencida / cartera total