Por: Juan Carlos Jiménez Labora Mateos /Sánchez Devanny / jclabora@sanchezdevanny.com
Después de cumplirse 23 años de la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), los tres países que conforman este bloque comercial han iniciado la renegociación del mismo con miras a su modernización.
Después de varios meses de incertidumbre por el futuro de este acuerdo comercial, el 18 de mayo, la Oficina del Representante Comercial de los Estados Unidos (USTR) entregó una notificación formal al Congreso americano comunicando la intención de renegociar el TLCAN, iniciando así un plazo de 90 días para que dichas negociaciones pudieran comenzar formalmente, estableciéndose de esta manera la fecha de inicio de la renegociación del TLCAN para el 16 de agosto de 2017.
Dentro de este plazo, la USTR implementó consultas y audiencias públicas para considerar las opiniones recibidas para la determinación de sus objetivos específicos para la renegociación, los cuales fueron publicados el 17 de julio.
Este documento se compone de distintos temas tales como comercio de bienes, medidas sanitarias, reglas de origen, inversión, propiedad intelectual, energía, aspectos laborales y ambientales, y comercio electrónico, por destacar algunos de ellos.
El documento contiene aspectos positivos como un enfoque modernizador, reconocimiento de negociaciones trilaterales, y mención explícita de mantener comercio sin aranceles. Sin embargo, también contiene aspectos que merecen cautela ante medidas proteccionistas como la necedad de buscar la reducción del déficit comercial de Estados Unidos, alusión clara a la balanza comercial con México pues con Canadá guarda una balanza superavitaria, la eliminación del mecanismo de solución de controversias en materia de cuotas antidumping o compensatorias del Capítulo XIX, y desde luego, modificaciones a las reglas de origen.
Por su parte, tanto México como Canadá implementaron a la par sus propios procesos de consultas públicas y privadas en preparación a la negociación.
En relación a los tiempos esperados para estas negociaciones, se ha especulado con que finalicen este año o principios del próximo, e incluso se han buscado rondas de negociación muy próximas entre ellas para acelerar el proceso. Sin embargo, no se puede descartar que las mismas se extiendan más allá de este plazo, además de que faltaría posteriormente la eventual aprobación por parte de los órganos legislativos de cada país.
Como se resaltó anteriormente, las reglas de origen representará uno de los temas de mayor atención durante las renegociaciones. Al respecto, los objetivos específicos publicados por Estados Unidos simplemente mencionan que se buscará actualizarlas y fortalecerlas como un incentivo a la proveeduría regional norteamericana, y que se establecerán medidas para agilizar y enfatizar los procedimientos de verificación de su cumplimiento.
A pesar de que se trata de menciones generales, deben esperarse modificaciones en las reglas de origen, al menos en algunas industrias o sectores productivos, y entre dichas modificaciones podemos encontrar distintas posibilidades.
Un primer escenario es que se modifiquen algunas reglas de origen específicas para volverlas más restrictivas, recordando que estas reglas establecen las condiciones para que un bien califique como originario por un cambio en clasificación arancelaria derivado del proceso al cual se somete en el territorio de alguno de los países miembros.
Otro posible escenario es tener un aumento en el porcentaje mínimo de valor de contenido regional del bien, tema sensible en especial para sectores como el automotor en donde el porcentaje actual ya es particularmente elevado, con un 62.5% de porcentaje mínimo para los automóviles.
Adicionalmente, un escenario que puede ser explorado durante las negociaciones es la implementación de modificaciones a disposiciones particulares para alguna industria, como sería la ampliación del listado de materiales rastreables para el caso de la industria automotriz.
Finalmente, se podrían establecer limitantes a algunas facilidades para calificar a un bien como originario. Ejemplos de lo anterior sería que no fuera posible acumular origen de los materiales utilizados en eslabones anteriores de la cadena de suministros o limitar la designación de materiales intermedios, mismos que al ser de fabricación propia pueden considerarse actualmente como originarios para efectos del análisis de origen de un bien final producido en la región TLCAN, a pesar de incorporar materiales no originarios.
Habiendo identificado algunos de los posibles escenarios de modificación de las reglas de origen y anticipando que se intensifiquen los procedimientos de verificación de origen, resulta relevante la implementación de acciones preventivas para las empresas que llevan a cabo operaciones de comercio exterior con origen o destino en la región del TLCAN.
A continuación, se proponen 4 acciones preventivas que pueden llevarse a cabo ante posibles cambios en reglas de origen del TLCAN:
- CONTEMPLAR ALTERNATIVAS DE PROVEEDURÍA
Como una primera acción, es recomendable llevar a cabo la evaluación de alternativas de proveedores.
Reglas de origen más restrictivas pueden derivar en la necesidad de incorporar más insumos originarios de Norteamérica y eventuales cambios en la proveeduría.
Sin embargo, es recomendable no adelantar conclusiones sino llevar a cabo una evaluación integral de la cadena de suministros y los proveedores que participan en ella, bajo la luz de la regla de origen aplicable y el beneficio arancelario obtenido. No necesariamente incrementar la participación de proveedores de la región para cumplir con la regla de origen será la mejor alternativa.
Un escenario, en caso de que la regla de origen aplicable resulte demasiado restrictiva después de haber sido ajustada, es que la diferencia en costo de los insumos por migrar a proveedores norteamericanos sea mayor al beneficio arancelario al cual puede acceder el bien final al considerarse como originario, en cuyo caso podría ser preferible mantener a la base actual de proveedores a pesar de que provean insumos no originarios y que el bien final a ser exportado no califique como originario.
Transiciones de esta naturaleza representan un proceso complejo que puede tomar un tiempo considerable, por lo que haber llevado a cabo el análisis de alternativas puede resultar clave en caso de que sea necesario implementar ajustes en proveeduría derivado de cambios en las reglas de origen.
- REVISAR CONTRATOS CON PROVEEDORES Y CLIENTES
En línea a la acción preventiva anterior, resulta natural evaluar, y en su caso renegociar, las condiciones contenidas por los contratos actuales con proveedores y clientes, buscando, en términos generales, mayor flexibilidad con los proveedores y estabilidad o garantía de continuidad con los clientes.
- CONFIRMAR ANÁLISIS DE ORIGEN DE PRODUCTOS TERMINADOS Y ROBUSTECER EL SOPORTE DOCUMENTAL RELACIONADO
Ante un incremento en los procesos de verificación de origen bajo el marco del TLCAN, resulta fundamental llevar a cabo un análisis detallado de origen de los productos exportados para corroborar que aquellas mercancías exportadas por las cuales se emite un certificado de origen gozan del carácter originario, conforme a las reglas de origen aplicables.
Además, como parte de este análisis, las empresas exportadoras no deben limitarse a confirmar el proceso mediante el cual se confirió el carácter de originario, sino que deben reunir el soporte documental adecuado para el mismo.
Como parte de este análisis y del soporte documental, es recomendable considerar los siguientes elementos:
- Contar con el Billete de Materiales (BOM) completo y actualizado para el bien a exportar y sobre el cual se emite un certificado de origen.
- Corroborar la clasificación arancelaria de todos y cada uno de los insumos que forman parte de dicho BOM así como del bien final a exportar, y contar con soporte legal y documental de dicha clasificación.
- Identificar, para cada insumo, el país de origen correspondiente o si son de origen nacional. En ambos casos, contar con certificados y/o declaraciones de origen correspondientes por parte de los proveedores para insumo para soportarlo.
- Documentar el proceso seguido para el análisis de origen y el fundamento legal para el criterio de origen mediante el cual se determinó que el bien a exportar es originario.
- Reunir todos los registros contables relacionados con el análisis llevado a cabo, en caso de guardar relación con el criterio de origen utilizado.
- Integrar expedientes históricos de lo anterior para ir reflejando cambios a lo largo del tiempo en cualquiera de los elementos señalados anteriormente, y que sea posible demostrar que en todo momento se cumplió con las reglas de origen aplicables.
- COORDINACIÓN CON PROVEEDORES
Finalmente, resulta relevante establecer los canales de comunicación adecuados con proveedores con el objetivo de atender las verificaciones de origen que puedan presentarse, mismas que puedan iniciarse para proveedores en el extranjero de quienes se obtienen los insumos originarios, por parte de autoridades mexicanas, o para las empresas exportadores en México, por parte de autoridades del país a donde se exportan los bienes originarios.
Es recomendable establecer lineamientos conocidos por todos los miembros de la cadena de suministros para la debida atención de los procedimientos de verificación de origen, así como establecer programas internos de capacitación para identificar las obligaciones que debe observar la autoridad que los inicie, la documentación utilizada durante los mismos, los derechos con los que cuentan las empresas que se encuentran bajo verificación, y los elementos que pueden ser requeridos, entre otros aspectos.
En conclusión, si bien el resultado final de las renegociaciones del TLCAN aún es incierto, es plausible anticipar que habrá cambios en las reglas de origen del mismo, por lo que aquellas empresas que implementen acciones preventivas de la mano de su cadena de suministros estarán mejor preparadas para enfrentar eventuales modificaciones y evitar afectaciones legales o comerciales por las mismas.
ACERCA DEL AUTOR
Juan Carlos Jiménez Labora Mateos cuenta con una amplia experiencia en el diseño de estrategias de operación aduanera, programas de fomento, aplicación de acuerdos comerciales firmados por México, clasificación arancelaria, y acompañamiento durante el inicio de operaciones en México, entre otros temas. Ha trabajado asesorando a empresas de la industria manufacturera de distintos sectores como el automotor, aeroespacial, inyección de plásticos así como con empresas de servicios como agencias aduanales, proveedores de software, y operadores logísticos.
Correo: jclabora@sanchezdevanny.com