Por: Alfredo De Luna Cervantes / Consultor de Negocios / adelunamx@outlook.com
El Capital de trabajo es un indicador financiero integrado por la diferencia entre los activos circulantes (Caja, Bancos, inversiones a corto plazo, cuentas por cobrar e inventarios) y los pasivos circulantes (proveedores y créditos a corto plazo) y que puede medirse en días de venta promedio de la compañía.
Su fórmula seria:
Capital de trabajo neto (CTN) = activo circulante – pasivo circulante
Ejemplo: Activo Circulante: $ 5,500,000
Pasivo Circulante: $ 2,800,000
CTN= 5,500,000 – 2,800,000 = $ 2,700,000
Ventas mensuales promedio de los últimos 12 meses: $ 1,800,000
(2,700,000/ 1,800,000) = 1.5 meses de venta
¿El indicador es razonable? Dependerá de varios factores entre los cuales se encuentran los plazos de crédito de nuestras ventas, los plazos de pago de nuestros proveedores, el tiempo en que podemos resurtir nuestro almacén con las principales materias primas y los niveles de seguridad que debemos considerar en los inventarios, entre otros. Vamos por partes
¿Qué debemos cuidar en nuestras cuentas de bancos?
Nuestras cuentas de banco deberán tener el efectivo necesario para hacer frente a los compromisos más cercanos e ineludibles tales como las nóminas, impuestos y cargas de seguridad social, en el tema de las inversiones debemos ser cautos y dependiendo del flujo de caja proyectado a un horizonte de al menos 15 días podremos destinar flujos excedentes en inversiones a plazo mayores de 1 día (tal vez 3 o 7 días si el excedente nos lo permite), aun cuando en la actualidad las tasas que pagan los bancos son realmente ínfimas.
Cuentas por Cobrar
Este rubro es de lo más complejo, ya que requerimos del otorgamiento de crédito para impulsar nuestro volumen de ventas, sin embargo, siempre habrá consideraciones que debemos hacernos para manejar de una manera adecuada nuestra cartera de clientes, como por ejemplo buscar en la medida de lo posible si el sector industrial donde nos manejamos, permite reducir los plazos a un tiempo de pago menor que el que nos otorgan nuestros proveedores, conocer el mercado donde se mueven nuestros clientes, buscar referencias de su comportamiento crediticio, documentar las líneas de crédito otorgadas, obtener garantías reales de nuestros clientes, visitar sus instalaciones, tratar de conocer sus proyectos de venta y expansión, saber de sus demás proveedores, etc. Todas las medidas anteriores no implican un costo adicional para nuestra empresa.
Dentro de las medidas que incrementarán nuestros costos están las Pólizas de seguro de crédito, o utilizar en casos necesarios factoraje para asegurar nuestra cobranza en tiempo (esta última medida es la más costosa, salvo que la línea de crédito de factoraje sea de nuestro cliente).
Es muy importante que el nivel de nuestras cuentas por cobrar sea lo más cercano al número de días de crédito que otorgamos a nuestros clientes (rotación de cartera).
Inventarios
El tema del control de inventarios implica un importante esfuerzo a nivel de detalle, sobre todo en industrias donde las materias primas se cuentan por cientos, además de que se incluyen en él las refacciones de nuestra maquinaria (en los casos en que el mantenimiento se lleve de manera interna), sin embargo, es necesario tener un control estricto de sus niveles máximos, mínimos y puntos de reorden ya que de ello dependerá mantener siempre con existencias suficientes la operación de producción y satisfacer de manera puntual las necesidades de nuestros clientes.
En este tema aun cuando contemos con sistema de información en línea (ERP), es de vital importancia el compromiso, entendimiento y operación del personal que esté al cargo de los almacenes, para mantener siempre actualizada de manera oportuna y correcta la información que se obtiene del mismo.
Es necesario revisar al menos las materias primas de mayor consumo y las de mayor valor, aunque jamás se deben despreciar las de consumo moderado ya que en ellas nos podemos encontrar sorpresas en las cantidades que tenemos invertidas en el almacén. Al igual que nuestras cuentas por cobrar, los inventarios se pueden medir mediante el indicador de Rotación de inventarios, en este caso entre más alto el número del indicador nos señalará una más eficiente administración del almacén, lo cual será nuestro objetivo.
Algunas de las medidas que podemos implementar para mejorar nuestro indicador de inventarios es la revisión de materiales obsoletos, de puntos de reorden en función a los consumos más actuales de nuestra operación, una comunicación ágil entre las áreas comerciales y las de producción en donde se identifiquen necesidades excepcionales de abasto o de consumo de materiales, término de alguna relación comercial con algún cliente al que se le surtía algún producto único de nuestro almacén, así como una revisión al menos semestral de nuestras existencias de productos terminados.
Cuentas por Pagar
En relación a este rubro es evidente que entre mayor sea el plazo de pago, nuestro capital de trabajo mejorará. Para ello es siempre necesario hacer sondeos con potenciales nuevos proveedores que nos garanticen al menos la calidad de lo que ya tenemos y en su caso mejorar precio y/o plazo de pago, buscar la posibilidad de implementar instrumentos de financiamiento a proveedores tales como cadenas productivas o como último recurso el Factoraje.
En el caso de Cadenas Productivas, dependiendo del manejo que le demos a nuestra política de pagos, podremos ganar varios días en el plazo de pago a nuestros proveedores. Para el tema de Factoraje aun cuando es un instrumento caro de financiamiento, no está por demás contar con una línea de crédito para hacer uso de ella en los momentos de menor liquidez de nuestra compañía, sobre todo cuando tenemos la necesidad de comprarle a proveedores que tienen una rigidez extrema en las fechas de vencimiento de pago de sus facturas.
Como ustedes pueden analizar el objetivo de nuestro artículo es identificar los elementos básicos que integran el Capital de Trabajo y señalar algunas acciones tendientes a mejorar este indicador, consideremos que en un entorno tan dinámico como el que vivimos actualmente, este se convierte en uno de los puntos más importantes a cuidar. En las siguientes aportaciones desarrollaremos con mayor detalle cada uno de estos elementos.
ACERCA DEL AUTOR
Alfredo De Luna Cervantes es actualmente Consultor de Negocios, siendo profesional en administración y finanzas con más de 20 años de experiencia a nivel Dirección y gerencia en empresas de diversas industrias y sectores, con estudios de posgrado en la Escuela de Negocios de Barcelona y la Stanford Graduate School of Business
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