En el tema de competitividad, existen buenas y malas noticias para México. Pero antes de revisarlas, es importante recordar que desde hace varias décadas vivimos en un mundo global. En él, es importante para el desarrollo un mercado interno sólido, pero igualmente importante es la habilidad de cada país para participar en mercados globales, para competir y demostrar que la mano de obra, los productos manufacturados, los profesionistas y la oferta material e intelectual reúnen las mejores características en cuanto a desempeño y calidad.
El mundo está cambiando la forma de hacer negocios. El comercio internacional ha tenido un auge tremendo en las tres últimas décadas, mientras el PIB mundial creció en dólares corrientes aproximadamente un 535% en el periodo 1980 a 2011(The World Bank, 2012), las exportaciones mundiales de bienes y servicios crecieron un 870% en el mismo periodo (The World Bank, 2012).
Sin embargo, hoy no se trata solamente del intercambio de mercancías entre fronteras. La dinámica mundial busca la forma de hacer estas transacciones de forma más eficiente. Por lo que la tendencia ya no es en qué países puedo colocar mi producción, sino en qué país puedo producir mis productos de forma más competitiva y de ahí atender otros mercados de forma más eficiente que la exportación tradicional. Adicional al flujo de las mercancías, se ha dado de forma incremental un flujo de capitales (más específicamente, un flujo de inversión) que se queda en el país receptor y lo ayuda a desarrollarse, fortaleciendo tanto su mercado interno, como sus capacidades para integrarse a los mercados globales.
La Inversión Extranjera Directa (IED) ha tenido un crecimiento en el periodo 1980 a 2011 de alrededor de un 3000%(The World Bank, 2012), en otras palabras, casi 2.5 veces más de lo que han crecido las exportaciones. Insistimos, EL MUNDO ESTÁ CAMBIANDO SU FORMA DE HACER NEGOCIOS.
¿Qué mueve a las organizaciones a considerar la deslocalización (offshoring) como una de sus estrategias de crecimiento? ¿Por qué las empresas se están volviendo multinacionales?
La decisión para la selección de un sitio donde instalar una operación que atienda la demanda de economías vecinas considera varios factores: disponibilidad de infraestructura, existencia de tecnología, costos de instalación, de operación y logística, estabilidad económica, política y social, mano de obra, etc. Aunque la situación económico/financiero mundial puede en ocasiones ser un elemento disuasivo, es un hecho que las empresas están en la búsqueda continua de los sitios que reúnan las mejores condiciones para desarrollar las economías de escala que les permitan ser más competitivas.
En la reciente entrega del World Investment Report 2013, elaborado por la UNCTAD, se informa que la IED mundial cayó un 18%, caída atribuible a las condiciones de incertidumbre económica que imperan en el mundo; no obstante, la inversión con destino a las economías en desarrollo fueron mayores a las recibidas por los países desarrollados. Es una realidad que el inversionista buscará proteger su capital. Por tal motivo, en 2012 muchas operaciones en el exterior fueron cerradas o transferidas a países con condiciones político – económicas, más estables (United Nations Conference on Trade and Development, 2013).
Debido a las razones anteriormente expuestas, la actividad de medir y potenciar la competitividad de los países se ha vuelto muy importante. El Foro Económico Mundial evalúa desde hace varios años la competitividad de las economías a través de su desempeño en el Índice Global de Competitividad (Global Competitiveness Index) que mide los resultados de los países en 12 áreas críticas.
En el caso de México, este reporte muestra como el país perdió competitividad en el periodo 2008 – 2011, donde de estar evaluado en la posición 52 (entre 122 países) en el año 2007, cayó hasta el lugar 66 (de 139 países) en el año 2010. Solamente en los dos últimos reportes, se han recuperado posiciones: 58 de 142 en el año 2011 y 53 de 144 en el año 2012 (Schwab, 2012).
Por otro lado, una tendencia aún más reciente nos muestra que la competitividad logística es un factor crítico en el grado de desarrollo de un país y del bienestar de su gente, y en consecuencia, da certidumbre también al potencial inversionista sobre el grado de seguridad que le representa trasladar su capital y esperar beneficios en un determinado país. Desde el año 2007 el Banco Mundial ha emitido 3 estudios que analizan, de forma concreta, cómo se desempeñan los países en sus prácticas logísticas, así como cuáles son sus oportunidades. El “Logistics Performance Index – Connecting to Compete” muestra estos resultados al evaluar: La eficiencia en los procesos de despacho aduanal, la calidad de la infraestructura, calidad de los servicios logísticos, frecuencia de entregas a tiempo, precios de transporte competitivos y la capacidad para rastrear y ubicar los embarques. En el caso de México nos desempeñamos en la medianía, aunque se muestra una tendencia positiva en los resultados reportados: 2007, posición 56 de 150; 2010, posición 50 de 155 y 2012, posición 47 de 155 (World Bank, 2012)
El gobierno de la República reiteró la confianza que ha generado nuestro país en el extranjero, y auguró una inversión extranjera directa para este año de entre 30 y 40 mil millones de dólares, la más alta en la historia reciente. El gobierno destacó que esta confianza se debe a la fortaleza macroeconómica que ha presentado nuestro país en los últimos años, así como a la mano de obra de calidad.
¿Qué tan válidos son estos argumentos?
Desde hace casi 25 años, nuestro país ha mostrado una mayor apertura económica mediante tratados de libre comercio y la atracción de flujos de inversión. Esto se complementó mediante una serie de privatizaciones en diversos sectores. A lo largo de estos años, igualmente se alcanzó un ambiente macroeconómico estable que brinda certidumbre a los inversionistas. Hoy contamos con una red de acuerdos de libre comercio, certidumbre jurídica, costos competitivos, además de una infraestructura sólida y en constante crecimiento. Así mismo, en los factores que influyen en la selección de un sitio para los inversionistas, México presenta una serie de ventajas competitivas de las que mencionamos las siguientes
Costos laborales.Los costos laborales pueden representar hasta un ahorro del 90% en costos de mano de obra. Nuestros costos son significativamente menores a los de Brasil y Argentina, lo que nos convierte en el país más competitivo de América Latina en este rubro (desde 2008, los costos de nuestra mano de obra son equiparables a los de China que incluso ahora van en aumento).
Facilidad de Operación. El tiempo promedio en México para abrir una empresa es de 13 días (para abrir una empresa en China, se requieren 37 días promedio, y 120 días promedio en Brasil). Por otro lado, el país presenta un bajo número de trámites para importar y exportar, ya que sólo se requiere de cinco documentos para realizar un trámite de exportación y cinco documentos para el de importación. México supera a países como Brasil, Rusia e India.
Accesibilidad a Grandes Mercados.La ubicación geográfica es importantísima en este rubro (esto se convierte, incluso, en el principal referente para muchas economías, como la japonesa). Desde nuestro país se tiene acceso a Europa, Asia y al mercado consumidor más grande del mundo: Estados Unidos de América. Las estimaciones para 2014 señalan que el tamaño del mercado de la región alcanzará 20,746 miles de millones de dólares, cifra que representaría 25.6% del PIB global.
Red de TLC y acuerdos comerciales. Doce tratados de libre comercio celebrados con 44 naciones hacen de México uno de los países más abiertos al comercio internacional y con acceso preferencial a más de mil millones de consumidores potenciales (con ingreso equivalente al 60% del PIB mundial), aspecto que lo hace sumamente atractivo a los inversionistas. Adicionalmente, el país ha reducido sus aranceles de 13% a 8% en promedio, y se espera llegar a un arancel promedio de 4% en 2014.
Bajos costos de transporte. Otra ventaja que ofrece el país es la cercanía a los principales centros de consumo del mundo. Esto permite a las empresas responder con mayor rapidez a cambios en la demanda y reduce el costo de los inventarios.
Población y Capital humano. En México habitan 107 millones de personas. La Población Económicamente Activa (PEA) del país fue de 45.7 millones en el segundo trimestre de 2012, cifra que supera en un millón a la del mismo trimestre del año anterior. En las próximas tres décadas, la población en edad laboral alcanzará la cifra de 88 millones de personas. Actualmente, en México se gradúan cada año cerca de 90 mil estudiantes de ingeniería y tecnología. Esto representa una aportación de talento altamente atractivo para las empresas de diferentes sectores. El sistema de educación superior mexicano está conformado por 2 mil 539 instituciones a través de las cuales se ofrecen servicios educativos y espacios de intercambio internacional. Además, existen más de 900 programas de posgrado relacionados con la ingeniería y la tecnología en universidades mexicanas.
Infraestructura y acceso a Estados Unidos. México está bien comunicado, mediante 27 mil kilómetros de vías férreas que unen al país al norte con Estados Unidos, al sur con Guatemala, al oeste con el Océano Pacífico y al este con el Golfo de México (y el Océano Atlántico). Así mismo, México cuenta, en síntesis, con:
- 97 aeropuertos (32 nacionales y 65 internacionales)
- 16 puertos marítimos internacionales
- 27 mil kilómetros de vías férreas
- 123 mil kilómetros de carreteras principales
Adicionalmente, México tiene tres mil kilómetros de frontera con Estados Unidos, lo que brinda bajos costos de transporte a ese mercado. Existen 52 puntos de acceso entre Estados Unidos y México.
Solidez Macroeconómica. La medición del valor monetario de la producción de bienes y servicios muestra sólido a nuestro país, pese al ligero bache por el que actualmente atraviesa. Por su PIB México se encuentra en el lugar 11 mundial y número dos en América Latina, sólo por detrás de Brasil. En términos de endeudamiento público, México no presenta problemas de solvencia. Su nivel de deuda pública como porcentaje del PIB es menor a 25%, muy por debajo de países como Brasil, Argentina e India.
Desempleo. Mientras que en las economías avanzadas, la tasa de desempleo llega en algunos casos al 7%, en nuestro país es del 4.6%
Desempeño cambiario favorable. En los años por venir, México gozará de un mejor desempeño cambiario en términos reales que el de muchos de los países con los que compite en los mercados internacionales.
La marca país. Pese a los grandes esfuerzos de este nuevo gobierno, la percepción que se tiene en muchos lugares del país se contrapone contra lo que actualmente se vive. Todavía muchos países nos perciben única y exclusivamente como un país turístico, pero a la vez como un país inseguro.
¿Y qué podemos esperar para México? Las malas noticias es que somos lentos en reaccionar, no sabemos interpretar tendencias. Aunque hemos tenido mejoras significativas en aspectos clave como innovación, tecnología, estabilidad macroeconómica y sofisticación en mercados financieros; existen aspectos básicos que tienen mucho peso relativo y que otros países han sabido o están en vías de resolver, como el rezago educativo, la fuerza de las organizaciones sindicales, la tramitología excesiva, la poca confianza en las instituciones públicas, etc. (Schwab, 2012). NO SE TRATA SOLAMENTE DE MEJORAR, SINO DE HACERLO DE FORMA MÁS RÁPIDA Y CONTUNDENTE QUE NUESTROS VECINOS. Las buenas noticias es que tenemos un capital intelectual impresionante, un ingenio como pocos y un optimismo crónico, así mismo, que aunque nos cuesta trabajo administrar la abundancia, tenemos por el contrario una habilidad y gusto para trabajar contra corriente y contra pronósticos. Gozamos de una posición geográfica privilegiada, donde nuestros dos principales puertos en cada costa están conectados por menos de mil kilómetros en una geografía poco accidentada.
Para este segundo semestre del año, el panorama no ha sido tan optimista, ya que México está perdiendo ritmo. Los factores que influyen son la inestabilidad financiera mundial, en especial la de Estados Unidos que nos afecta directamente. Las proyecciones de los especialistas con respecto al PIB se han recortado.
Es evidente que a los inversionistas les preocupa los índices de inflación mostrados, así como el clima de inseguridad que se mantiene en gran parte del territorio nacional.
Como mencionamos, en el Reporte Global de Competitividad 2013 muestra que México avanzó cinco posiciones con respecto a la edición 2011–2012, pasando del lugar 58 al 53. Sin embargo, sigue siendo bajo para un país cuya economía es la segunda más grande América Latina. Por otro lado, en 2008, México ocupó la posición 13 por su tamaño de economía, y para el año 2040 será una de las cinco economías más grandes del mundo de acuerdo con Goldman Sachs.
Recientemente se han aprobado reformas que tienen un impacto positivo en el desempeño del país, como la laboral, telecomunicaciones y la educativa y recientemente la reforma financiera y fiscal. Tocante a temas logísticos, al parecer nos ha caído el veinte y lo mismo que muchos otros países, se ha generado una agenda sobre el tema en base a las recomendaciones del Banco Mundial; se han realizado y se están realizando fuertes inversiones en infraestructura, aunque el tema ferroviario aún nos queda a deber. El secretario de Comunicaciones y Transportes propuso la creación de una Agenda Logística México, con un foco en acelerar el proceso aduanal. Podemos decir que el panorama luce prometedor, donde las recompensas en el horizonte son lo suficientemente atractivas para corregir aquello que nos limita y representa un lastre para nuestro desarrollo.