Por: Vicerrectoría Educación Continua y Posgrados / Tec de Monterrey / info@envios.maestriasydiplomados.tec.mx
En estos días, la representación de la mujer en distintos roles relacionados al mundo laboral han cambiado para bien. Gracias al posicionamiento realizado por ellas mismas, crearon un parteaguas para desempeñarse en cualquier ámbito, ya sea educativo, organizacional o gubernamental, aspirando a ser las líderes, dejando un ejemplo importante para las nuevas generaciones.
¿Cuál es el escenario mundial?
De manera global se ha combatido este gran problema a través de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Esto es un conjunto de objetivos globales adoptados por líderes mundiales para erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad.
A su vez, la ONU ha impulsado una iniciativa, que tiene como meta establecer una norma llamada Principios de Innovación en Cuestiones de Género, en la cual se busca adoptar un enfoque de innovación que tome en cuenta a las mujeres. Incluye 5 etapas principales: el diseño, la implementación, la evaluación, la ampliación y la sostenibilidad.
Desarrollando así, bienes o servicios en distintos mercados para mejorar la manera en la que se hace el trabajo dentro de una compañía, para prosperar involucrando a una figura femenina en estos procesos.
Esto ha dado como resultado una participación mayor en distintas regiones latinas y específicamente en México, donde la participación de mujeres en la Cámara de Representantes creció de 22.6% a 42%, mientras que el aumento en el Senado fue de 17.2% a 33.6%.
Sin embargo, el camino no ha sido sencillo, ya que por cuestiones sociales, se han visto vulnerados grupos de mujeres y niñas, donde se ha visto que la desigualdad aún está presente. Es por eso, que debe fortalecerse la capacidad de las instituciones financieras para fomentar y ampliar el acceso a los servicios bancarios, financieros y de seguros para todas y para todos.
Adicional a eso, es primordial reducir las desigualdades en los países y entre ellos. Enfatizar la necesidad de generar las condiciones para la igualdad de género mediante el desarrollo de los espacios y procesos para la inclusión de las mujeres en el sector económico y financiero.
Es un hecho que siendo las mujeres quienes ocupan la mayor cantidad de empleos informales son ellas las que tienen menos acceso a la protección social, a un trabajo digno y a un paquete de pensiones; por ende, el foco de atención se centra en generar espacios y oportunidades para la inclusión financiera de las mujeres (Tecnológico de Monterrey, 2021).
Para concluir, se debe comprender que las evidencias anteriores aún dejan ver que las mujeres tienen menos acceso a puestos de alta jerarquía; menos acceso a créditos, financiamiento y servicios de instituciones financieras; menor acceso a los beneficios como la seguridad social, la pensión y los demás beneficios ligados al trabajo formal; mayor dificultad en el manejo de sus propios recursos y una constante victimización en abusos patrimoniales y económicos.
Al menos en México, de acuerdo a Forbes, ellas generan el 37% del PIB de México. Por otra parte, sólo el 47% de las mujeres en México tienen acceso a instituciones financieras y únicamente el 10% logran caracterizarse como empresarias. Mejorando un 0.8% en una década.
Estos datos destacan la necesidad por la cual el mundo financiero debe ofrecer más oportunidades, que aseguren la inclusión y el empoderamiento de las mujeres a largo plazo.
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ACERCA DEL AUTOR
Vicerrectoría Educación Continua y Posgrados del Tec de Monterrey
Fuente: Transferencia Tec, ONU Mujeres, OpenMindBBVA y Universidad del Rosario