Por: Errette Dunn / CEO de Rever / ana@reverscore.com
México se enfrenta a importantes cambios que afectarán a la población en el ámbito político, económico y social. Se anuncian alianzas que modifican la forma en la que las grandes empresas trasnacionales interactúan con la riqueza natural y con los trabajadores mexicanos. En este momento resulta vital enfocarnos en el valor que las personas podrán aportar a estas iniciativas y en lo que las compañías pueden hacer para atender el lado humano de su plantilla de colaboradores.
Y es que por un lado, tenemos una imagen generalizada de los operadores, en la que los percibimos como personas sin educación, con poca ambición y siempre al servicio de alguien más. Lo cierto es que los paradigmas están cambiando y las grandes empresas manufactureras están contratando nativos digitales que, con las herramientas adecuadas, podrán revolucionar la estructura de una empresa. Gracias a esto y a la alta penetración de la tecnología en nuestro país, es posible hacer una transición que nos ayudará a convertir a los empleados manuales en trabajadores del conocimiento, personas que con sus ideas aporten verdadero valor a sus compañías y sean reconocidos pues todos tienen capacidad intelectual, emocional y creativa.
UTILIZAR LA TECNOLOGÍA PARA PROVOCAR CAMBIOS EN LA ESTRUCTURA DE LAS EMPRESAS
Este es el mejor momento para realizar cambios de forma estructural en las empresas, pues a través de diferentes herramientas podrán mejorar no sólo su productividad sino el desarrollo de sus colaboradores. Es un hecho que la transformación debe ocurrir al interior de las grandes empresas y permear cada proceso, siempre de la mano de la tecnología.
Ahora, surgen muchas preguntas con respecto a la inclusión de los trabajadores de primera línea en el proceso de digitalización de una empresa: ¿cómo puede un smartphone beneficiar a un trabajador en la línea de ensamblaje o producción cuando en muchas empresas esto se ve como una señal de procrastinación? Basta hablar de la penetración que han tenido los teléfonos inteligentes en México —el 92% de los internautas se conecta a la red a través de su smartphone— para entender que el cambio se ha puesto en marcha y es cuestión de integrar herramientas que aprovechen las inquietudes digitales de varias generaciones y brindarles un mar de posibilidades.
Aunque la tecnología avanza a pasos agigantados, es necesario no dejar de lado la importancia de las personas en esta ecuación. Para ello debemos aprovechar la creatividad de los equipos de primera línea para resolver problemas y la inteligencia artificial para garantizar que no se desperdicie energía ni tiempo resolviendo el mismo problema dos veces. En este punto es de vital importancia apoyarnos de los avances tecnológicos para recolectar y sistematizar el conocimiento, replicarlo en todas las plantas de una compañía sin importar el país o incluso el continente en el que se encuentren.
Según la encuesta de ‘Escasez de Talento 2018’ realizada por ManpowerGroup, “cuando en la revolución de habilidades surgen nuevos roles de forma tan rápida y otros se vuelven obsoletos, los empleadores se dan cuenta de que lo que alguien está dispuesto a aprender se está volviendo cada vez más importante que lo que ya sabe. Las empresas están comenzando a enfrentar la escasez de talento mejorando las competencias de su fuerza de trabajo: el 71% está invirtiendo en plataformas de aprendizaje y herramientas de desarrollo para construir su comunidad de talento, en comparación con el 60% en 2014”.
Si bien existe una clara comprensión de la gravedad del problema, la mayoría de las empresas parecen hundirse en las aguas de la Transformación Digital. Están implementando un poco de digital aquí y algo más por allá a través de programas pilotos o reemplazando viejos procesos por otros en los que involucran la tecnología, pero no están sumergiéndose en una transformación real. En este contexto los empleados de primera línea parecen una pieza fácilmente reemplazable, pero en industrias específicas como la automotriz, no resulta así. La curva de aprendizaje es bastante más larga y por ende, costosa. Por ello es necesario visibilizar la importancia de los trabajadores del conocimiento en los procesos de las industrias, sobre todo las manufactureras y construir el talento propio.
ACERCA DEL AUTOR
Errette Dunn es cofundador y CEO de Rever, donde ha ayudado a equipos y compañías en 17 países a desarrollar una cultura de mejora continua e innovación de primera línea (frontline).
En Toyota Motor Company aprendió las metodologías de mejora Lean y Kaizen, que desarrolló en lamisma y posteriormente en Airbus Group en diferentes áreas de negocios: fabricación, ingeniería, ventas, mantenimiento y funciones de soporte empresarial. En Silicon Valley se unió a Wrike, una plataforma en línea de gestión del trabajo, como consultor principal.
Correo: ana@reverscore.com