Por: Carlos Torres / Kaizen Institute / iguzman@kaizen.com
En definitiva en la actualidad el término de Industria 4.0 está en boca de todos, siendo un referente de lo que se conoce también como la 4ta. Revolución Industrial, misma que está asociada o consiste principalmente a la introducción de las tecnologías digitales en la industria, y que está fundamentada en que los procesos estén interconectados recibiendo y enviando información en tiempo real, con la finalidad de contar con estos elementos para una mejor y oportuna de toma de decisiones, ya sea de manera automatizada o con la intervención directa de las personas.
Es por ello que estas tecnologías digitales en su conjunto se les considera habilitadoras y asistentes para que las personas potencialicen también sus capacidades, y lograr procesos ágiles, eficientes y altamente competitivos.
Ante los retos cada vez más demandantes en el mundo de los negocios y una batalla feroz por los mercados y consumidores, las compañías deben de estar en constante transformación y en busca de una mejora continua “KAIZEN”, en todos y cada uno de los procesos, personas, productos y/o servicios, ya que, aunque es una frase un tanto trillada de que “la única constante es el cambio”, sigue siendo vigente y cada vez tomada como eje estratégico.
Si bien es cierto, que algunos de los elementos, o herramientas con las que se ha ido conformando el concepto de Industria 4.0, como lo son sistemas automatizados, sensores, comunicación interna “intranet”, bases de datos masivos (ahora Big Data), etc., se están también incorporando otros dispositivos, plataformas y desarrollos de Tecnologías de la Información (IT); la conectividad y accesibilidad de dispositivos móviles y toda la infraestructura que la soporta son una parte fundamental justamente en la interacción de los procesos y las personas, por lo que el concepto de Industria 4.0, NO es sustituir a las personas, y pensar que robots, máquinas, y todo aquello asociado a la automatización son el propósito de esta Revolución Industrial.
Sin embargo, ante este nuevo escenario, habrá modificaciones profundas en prácticamente todos los procesos y áreas que hoy por hoy conocemos, tal es el caso de la gestión integral de recursos humanos puesto que ante este nuevo reto, deberán de preparar a sus colaboradores en nuevas disciplinas y habilidades, complementar algunas otras, pero sobre todo, el contar con personas calificadas para adoptar, ejecutar y por supuesto mejorar los procesos y sistemas que soporten los nuevos modelos de negocio, los cuales serán directamente impactados al menos en:
- La Cadena de Suministro y todo el proceso de distribución y entrega de productos, donde cada vez la demanda del consumidor es que el producto o servicio que adquirió, este en el menor tiempo posible;
- Fabricación más ágil, veloz y flexible, lo cual implica que para satisfacer a los clientes externos y los clientes internos (accionistas) los tiempos de respuesta sean por mucho más cortos para que los productos estén disponibles a tiempo en el mercado (time to market), que el producto/servicio sean con la calidad requerida, y que sean dentro de costo, cuyo tema seguirá siendo un gran reto;
- Comercialización digital (E-commerce), en donde los consumidores tienen la oportunidad de solicitar productos en diferentes cantidades, presentaciones e incluso en poder configurarlos de acuerdo a las propias necesidades de cada uno de ellos, además de contar con la opción de devolverlos, en caso de no cumplir con sus expectativas
Derivado de todo lo anterior, el escenario y las múltiples opciones que nos ofrece todo el concepto integral de Industria 4.0, basándose en el uso de la innovación y tecnología, brinda una amplia gama de posibilidades, algunas de ellas aún inexploradas. Es por ello que resulta crucial el desarrollo y preparación de las personas de todos los niveles de la organización y de cualquier proceso, ya que de esto dependerá una recepción e integración exitosa de esta nueva era industrial, que justamente consiste en hacer el binomio entre el recurso humano y las máquinas, para ser más eficientes y productivos, mediante todos los habilitadores digitales que ofrece la Industria 4.0, para ser una industrialización inteligente apoyada por todo este conjunto de tecnologías que lo harán posible.
Ahora bien, si la iniciación del concepto de Industria 4.0 se ha gestado y venido dando en el sector fabril, en los procesos logísticos y en los puntos de venta principalmente, esta revolución industrial abarcará toda la cadena de valor directamente vinculada, así como también en el resto de los servicios y productos. Por ello ningún sector quedará excluido y por ende todos los sectores tanto privados como públicos deben de estar preparados, puesto que con la Industria 4.0 se será capaz de responder ágilmente a un cliente / consumidor híper-conectado e híper-informado en tiempo real., teniendo a su alcance todos los elementos necesarios para una mejor toma de decisiones, por lo que el gran desafío es la administración, control y seguridad de grandes cantidades de información, y para ello hay que estar preparado en infraestructura “hardware & software”, y por supuesto con el desarrollo de habilidades digitales de todos los colaboradores, insistiendo y haciendo énfasis que el enfoque de Industria 4.0, no es sustitutiva del factor humano, sino que es de asistencia y potencializadora para la excelencia operativa sistémica de la organización y el negocio.
ACERCA DEL AUTOR
Carlos Torres es Director General de Kaizen Institute Consulting Group para México, donde hha participado en proyectos globales con compañías transnacionales en Brasil, Perú, Ecuador, Colombia, Puerto Rico, España y Estados Unidos