Por: Argenis Bauza / KPMG en México / asesoria@kpmg.com.mx“>asesoria@kpmg.com.mx
En los primeros meses de 2015, como consecuencia directa del fortalecimiento del dólar, la mayoría de las monedas sufrieron depreciación; en el caso de México se estima que la pérdida de valor haya sido de alrededor de 20% desde junio de 2014.
Esta es una situación periódica, que ocurre cada vez que las monedas fuertes incrementan su valor después de ciclos de debilidad; en este mismo contexto, se han devaluado monedas como el euro y el real brasileño.
Las acciones a considerar dependen del sector en el que nos ubiquemos; minimizar los impactos negativos que este fenómeno cíclico es crucial para la rentabilidad del negocio. En KPMG apoyados metodológicamente en el uso de matrices, creemos que se pueden determinar los aspectos críticos vinculados al riesgo cambiario en la cadena de suministro o supply chain.
Entre 50% y 80% de los costos de un producto o servicio se relacionan con la cadena de suministro, por tanto, conviene actuar con agilidad analizando las áreas de oportunidad que se tienen, antes de trasladar los costos adicionales a los consumidores.
Para que las compañías sean más ágiles y efectivas en un entorno crítico en el que hay diversos riesgos, es importante implementar palancas e iniciativas en la cadena de suministro con un enfoque preventivo y predictivo. Por ejemplo, la modificación de fórmulas o insumos utilizados en la fabricación de productos, entre otros.
Sin embargo, estas herramientas convencionales cubren los riesgos de manera transitoria, sin constituir una solución de fondo cuando la crisis se extiende por un largo tiempo. Proteger la rentabilidad y hasta la competitividad misma de las empresas requiere disciplina y medidas más profundas.
En medio de una crisis, si la caída en las ventas de ciertos giros y la contracción de las inversiones en capital fijo y en proyectos de riesgo se prolongan, las empresas deben enfocarse en desarrollar inversiones y planes a largo plazo, adecuados a este escenario de bajo crecimiento y costos crecientes.
Rentabilidad y competitividad
Cuando hablamos de palancas para poder llegar a los objetivos planteados, hablamos de materiales, transporte, mano de obra, logística y otros conceptos, además de proveedores de insumos, TI, administración y otras áreas operativas.
Existen diversas piezas que ofrecen oportunidades distintas para optimizar los costos e inversiones en beneficio de la rentabilidad y la competitividad de nuestra empresa.
La solución radica en identificar las oportunidades y riesgos para construir un caso de negocio que permita maximizar los beneficios para la organización en un entorno de riesgo.
Resultan útiles las metodologías basadas en la segmentación del problema utilizando una serie de matrices que correlacionan aspectos básicos como la condición crítica de los insumos y su disponibilidad, o bien, el impacto en costos y el riesgo cambiario.
Esto resulta sencillo si los puntos clave son pocos, pero cuando se trata de una organización mediana o grande, con diferentes plantas, líneas de productos y cadenas de suministro, podría convertirse rápidamente en un problema. En tales circunstancias es necesario el uso de tecnología y herramientas de consultoría especializadas.
Minimización de riesgos con base en el análisis de costos
Explorar oportunidades a lo largo de la cadena de suministro e identificar costos ocultos y posibles eficiencias ayudan a minimizar riesgos para enfrentar una situación económica comprometida.
El esfuerzo dinámico, alineado al concepto de agilidad permite enfrentar y superar situaciones de crisis y movimientos inesperados de los mercados.
Con las palancas adecuadas, una gestión del riesgo cambiario eficiente y una ejecución oportuna, las empresas sortearán las turbulencias y conservarán o aumentarán su rentabilidad, siendo competitivas en la industria.
En conclusión, para contrarrestar los impactos negativos en sus resultados, las compañías deben tomar acciones innovadoras que les permitan minimizar en lo posible las variables financieras exógenas, las cuales están fuera de su control, para mantener la rentabilidad y mejorar su competitividad con respecto a los competidores, quienes suelen tener exposición a estos mismos riesgos.
Las claves se encuentran en la (agilidad) velocidad y claridad del análisis; una apropiada dimensión de la exposición al riesgo cambiario que conlleve la contratación; la designación de una estrategia de cobertura eficaz, y la toma de decisiones y ejecución para salir al mercado. De no tomar el asunto con oportunidad, la solución podría llegar demasiado tarde.
ACERCA DEL AUTOR:
Argenis Bauza es Socio Líder de Asesoría en Cadena de Suministro y Compras para América Latina de KPMG en México. Cuenta con más de 18 años en diversas posiciones de liderazgo relacionadas con Servicios de Supply Chain & Strategic Procurement (SC&SP), desarrollando proyectos en diversos países de América Latina. Argenis inició su carrera agregando valor en temas de consultoría de negocios y, posteriormente, se especializó en temas de cadena de suministro y compras, servicios con los que apoya a organizaciones de diferentes sectores, entre los que destacan: manufactura, servicios y retail, en varios países latinoamericanos.
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