4-abr-2012
Por: Secretaría de Economía
En respuesta a las declaraciones del Presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Alberto Espinosa Desigaud, referente al supuesto cierre de empresas y desaliento de la inversión nacional y extranjera a México por la violencia en el país, la Secretaría de Economía rechaza categóricamente dichas afirmaciones realizadas sin sustento y ofreciendo cifras que, a la luz de la información disponible de fuentes con rigor metodológico, parecen desproporcionadas.
El dirigente empresarial afirma, sin mencionar la fuente empleada, que “tan sólo en 2011, más de 160 mil empresas dejaron de operar en todo el país”. Esta información no es consistente con la creación del empleo formal durante ese año (590 mil 797 empleos en términos netos), ni con el crecimiento que registró la economía mexicana en 2011 (3.9%), y el aumento observado en el número de patrones afiliados al IMSS que totalizó 828 mil 529 (0.3 por ciento, superior en términos anuales).
En 2009, el INEGI realizó un análisis de altas y bajas de pequeñas y medianas empresas (Pymes) el cual arrojó que en un periodo de 6 meses después de concluidos los Censos Económicos 2009 (CE 2009), de cada 100 establecimientos existentes poco más de 6 cerraron y poco más de 7 iniciaron actividades. Además, cerca del 94% del total de las unidades pequeñas captadas por dicho censo se mantuvieron sin cambios.
Al respecto, y si bien es cierto que los establecimientos más pequeños son los que presentan mayores cambios o los que se enfrentan a mayores dificultades para subsistir, son al mismo tiempo los que registran un mayor crecimiento; es decir, se abrieron más establecimientos de los que se cerraron. Valga decir que la propia Secretaría de Economía ha dado diversos tipos de apoyos para lograr que las Pymes se mantengan y consoliden.
También es importante recordar que durante 2011, las ventas al mayoreo y al menudeo aumentaron 2.9 y 3.5% a tasa anual, respectivamente; mientras que el PIB tuvo una expansión anual de 3.9% y la producción industrial tuvo un crecimiento anual de 3.8%, resultados económicos que contrastan la inconsistencia de lo declarado por la Coparmex.
Espinosa Desigaud declaró que “el clima de violencia provocó que se dejara de recibir una derrama de 800 millones de dólares en los últimos cinco años debido a que 24 millones de viajeros fronterizos prefirieron no hospedarse en México”, ese dato significaría 12.63 por ciento menos del total de turistas a México recibidos en 2011, lo que resulta irreal.
La Secretaría de Turismo ha informado que el año pasado nuestro país registró una cifra histórica en turistas nacionales e internacionales, ya que más de 190 millones de personas recorrieron los atractivos turísticos. En los últimos cinco años el número de turistas se incrementó, al pasar de 162 millones en 2006 a 190 millones en 2011, lo que representó un aumento del 17 por ciento.
De acuerdo con el Banco de México, el comportamiento de los turistas fronterizos (que pernoctaron al menos una noche), pasaron de 8.7 millones en 2006 a 9.9 millones, esto significa un crecimiento del 14 por ciento.
Solamente en febrero de este año, el número de visitantes vía aérea que llegó a nuestro país fue de 1 millón 39 mil 863, cifra 13.3 por ciento superior a la registrada en el mismo periodo de 2008, considerado el mejor año de la industria turística; mientras que en comparación con febrero de 2011, la cifra registró un aumento de 8.3 por ciento, de acuerdo con el Sistema Integral de Operación Migratoria (SIOM).
En otro tema, no existen tampoco, estadísticas formales que hablen de cierre de empresas motivadas directamente por el tema de inseguridad, por lo que invitamos al dirigente empresarial a que sustente sus dichos o comparta las cifras con las autoridades federales, con el espíritu de trabajar en conjunto para atender y apoyar los problemas que puedan tener las empresas y los empresarios, con el fin de crear mejores condiciones de trabajo y de seguridad.
La Secretaría de Economía entiende y comparte la preocupación del sector empresarial en materia de inseguridad y trabaja cotidianamente con todos los niveles de gobierno para mejorar el desarrollo de los emprendedores y la consolidación empresarial en un ambiente de libertad, seguridad y certeza jurídica.