Luego de haber leído un comentario sobre un libro denominado “Cómo hacer que funcione la globalización”, cuyo autor es el Premio Nobel de Economía Joseph E. Stiglitz, me trajo a la memoria lo que ha sido y sigue representando para la economía, la tan llevada y traída globalización.
El haber estado tan cerca de los asuntos económicos a nivel mundial, lo colocó en un lugar privilegiado que le permitió observar las políticas macroeconómicas que en el último decenio se han aplicado al desarrollo de algunos países, y que supuestamente estaban encaminadas a la búsqueda del bienestar de sus poblaciones. Sin embargo, la realidad que dichas políticas, lo que han logrado es el crecimiento del distanciamiento entre los países más ricos y los más pobres.
Lo que nos da a entender en sus diferentes escritos y obras publicadas, es que en los mercados se producen imperfecciones por el hecho de que éstos se mantienen en constante asimetría, debido a las diferencias entre las informaciones de que disponen el trabajador y el empleador, o el prestamista y el prestatario, o el asegurador y el asegurado. Lo anterior trata de explicar, desde un punto de vista diferente al del “equilibrio natural” del mercado, la razón de la existencia del desempleo, o porque los que necesitan créditos son a menudo quienes menos los obtienen.
En nuestro país por ejemplo, los gobiernos que de una manera u otra han encaminado sus políticas de desarrollo bajo las normas de los organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Organización para la Cooperación del Desarrollo Económico (OCDE), la Organización Mundial del Comercio (OMC), lo que realmente se ha obtenido es una mejora en la macroeconomía, dando respuesta precisamente a dichos postulados, lo cual podemos ver en una inflación controlada, la devaluación dentro de límites aceptables, tasas de interés ala baja; pero desgraciadamente un crecimiento bajo, una tasa de desempleo en tasa alta.
De hecho, la globalización llegó a nuestro país desde el ingreso al GATT (Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio), hoy OMC, se acentuó con la firma del Tratado del Libre Comercio para América del Norte (y todos los demás tratados que se han firmado en los tres últimos sexenios).
Por consiguiente, el profesor Stiglitz nos dice que la globalización todas las economías nacionales se encuentran en constante interacción, lo cual debería favorecer al crecimiento económico de los países menos desarrollados; pero para que ello sea posible, no basta con que las instituciones económicas supra-nacionales, se apliquen a proporcionar recetas de crecimiento, sino que éstas deben respetar las secuencias y los ritmos que exigen algunas economías con un débil grado de desarrollo.
También se convierte en un crítico al atacar frontalmente, a la ideología neoliberal que supone el abandono de las ideas sobre el papel desempeñado por los estados en el fomento de las economías nacionales, tal como se propuso a partir del final de la II Guerra Mundial, lo que suponía que dichas economías deberían actuar conforme las leyes del libre mercado, según las cuales, la motivación del beneficio constituye la fuerza que dirige la economía hacia resultados eficientes.
¿Por qué la globalización que para algunos es una fuerza que ha producido tanto bien, se ha vuelto tan controvertida?
Entre las ventajas que se pueden considerar se cuenta la disminución de una situación de aislamiento, experimentada por numerosos países en vías de desarrollo; esta posibilidad real de un intercambio entre éstos y otros desarrollados en un mercado internacional; la globalización ha permitido crecer a numerosos países mucho más rápidamente que en otras épocas; ha permitido, igualmente, que un número mayor de personas gocen en la actualidad de un mayor nivel adquisitivo, y de un nivel de vida muy superior al que habían disfrutado nunca, y ha brindado un mayor número de personas al acceso a un grado de conocimiento que sólo hace un siglo no era alcanzable, ni por los más ricos del planeta.
Todo ello se debe a la facilidad que ahora se tiene al acceso a la información, tal como sucede con el Internet.
Con estos puntos de vista muy breves, quiero dejar sembrada la inquietud sobre lo que la globalización ha sido para nuestro país. ¿Realmente sentimos que tenemos y disfrutamos de sus beneficios?