11-Jun-2020
COFOCE
Obtener una Certificación Internacional puede abrir las puertas a una empresa que busca llevar y comercializar sus productos a varios mercados del mundo.
Sin embargo, antes de buscar este tipo de acreditación, es importante que las empresas realicen un ejercicio de autoconocimiento sobre el producto con el que se cuentan, así como la normatividad que debe cumplir en el mercado nacional.
“Partiendo de que estás cumpliendo la normatividad en México, el siguiente paso sería identificar el mercado o el país al cual quieres llegar con tus productos. Investigar, conocer la normatividad aplicable y poder implementar y adecuar tus productos y tus procesos en base a esta normatividad. En algunos casos será suficiente con cumplir con algún registro, con alguna norma oficial y en algunos otros, sí la obtención de un certificado; ya sea de producto o de proceso que no siempre aplican los dos para todas las situaciones o para todos los productos”, señaló Fátima Pérez Villalobos, Coordinadora de Certificaciones y Requerimientos Internacionales de COFOCE.
La certificación es una garantía que se le da al cliente de estar adquiriendo un producto de calidad y que cumple con todas las normas.
“Muchos de los estándares internacionales están basados en las normas ISO o en las ASTM o en UL u otras ya de manera muy específica para ciertos sectores. La base de la mayoría de las normas, porque no podemos generalizar, está en estándares de calidad ISO9001, entonces las empresas que cuentan con esta base tienen ya una cultura para documentar y estandarizar sus procesos. Es esencial que las empresas generen la cultura con sus empleados de seguir procesos y procedimientos porque sin estos va a ser muy complicado que puedan obtener una certificación”.
Siempre y cuando cumplas las normas
En cuanto al tiempo que lleva obtener una Certificación, Fátima Pérez dijo que esto dependerá del nivel de compromiso del personal de la empresa y del proceso de implementación, por lo que puede llevar de 3 meses a 1 año.
“Las casas certificadoras por lo general te establecen lapsos o tiempos mínimos de un historial de registros y esto depende de cada uno de los esquemas. En algunos de los casos corresponden a tres meses y una vez que tú tienes este antecedente de tres meses, ellos te pueden programar la auditoría. Cuando tú tienes observaciones o recomendaciones en tu auditoría y no puedes obtener la certificación, algunos esquemas te dan un lapso de 6 meses para que te puedas volver auditar y pasarlo sin pasar un trámite nuevo; en algunos otros casos tienes que hacer el trámite de cero”.
Cuando existen incidencias mayores, puede ser muy complicado obtener la acreditación, pero si son solo acciones correctivas, se solventan presentando la evidencia y dependerá de esto si liberan o no el certificado.
Pérez Villalpando da ejemplos de lo que puede considerarse una incidencia menor.
“Que dentro de un proceso alguien no esté llevando a cabo el procedimiento tal cual, pero eso no signifique un daño o una afectación mayor al producto que puede negarte de antemano una certificación; que tu proceso por ejemplo, si estamos hablando de alimentos procesados, tenga el riesgo de que vaya alguna materia extraña como metálica o madera entonces en esos casos las empresas tienen que poner un detector de metales o hacer cambios en los ornamentales que utilizan durante sus procesos. Son muy diversas, en el sector automotriz estamos hablando de especificaciones mucho más detalladas que van en base a las piezas que están realizando para ya sea el Tier2 o el Tier1 que están muy detalladas en la especificación del producto”.
Mayor exigencia en temas de inocuidad
Hoy en día la inocuidad será una característica importante para la elaboración de cualquier producto, por lo que es importante considerar que esta responsabilidad no solo se aplica para el tema de alimentos sino para todos los sectores.
“Es sumamente importante porque esto conlleva un tema de buenas prácticas y no sólo implica un tema de higiene sino de control y manejo de productos: desde el momento que recibimos los insumos, los metemos a nuestro proceso y le damos salida, entonces debemos contar con procedimientos manuales y sobre todo, que el personal se encuentre capacitado para poder atender estos requerimientos”.
Si no pasan estas pruebas, se puede tener el rechazo de volúmenes significativos de producto si la autoridad en el extranjero o el cliente determina que el producto no cumple con el tema de inocuidad o con las normatividad aplicables.
Además, existen esquemas internacionales donde si la autoridad detecta que un producto no está cumpliendo con las normas, puede solicitarle a la empresa retirar todo el producto del mercado o bien, ser la misma empresa, al detectar que la mercancía no cumple con las reglas de calidad, que voluntariamente decida retirar los productos de las tiendas.
Exigencia del consumidor será mayor
En esta contingencia los estándares en materia de calidad, inocuidad y exigencia se duplicaron, sobre todo por parte de los consumidores.
“Creo que si nos va a impactar pero en una manera generalizada de primera instancia sino que esto puede ser un cambio paulatino. El hecho es que también ha habido cambios en nuestra normatividad, por ejemplo, la nueva norma de etiquetado de alimentos que más allá de generar un cambio radical para los fabricantes, el cómo presentar sus productos es informar al consumidor de una manera diferente para que sea consciente de lo que consume, esto por mencionar un ejemplo. Creo que si viene un cambio radical”.
Parte de estos cambios se verán reflejados en las ventas online, donde el usuario al momento de buscar un producto podrá darse cuenta si lo que busca cumple o no con las reglamentaciones señaladas, generando que el mercado vaya evolucionando a una conciencia se seguridad para el consumidor.
La Coordinadora de Certificaciones y Requerimientos Internacionales hizo hincapié sobre los servicios que brinda COFOCE en este tipo de temas, desde promocionar información sobre el mercado a donde la empresa quiere llegar, contactarlos con especialistas para el cumplimiento de normas, además de contar con apoyos económicos para realizar todas estas acciones y llevar los productos de Guanajuato al mundo.