Por: Beatriz Adriana Zaragoza Madrigal / SAI Global México / Adriana.Duran@saiglobal.com
Con el paso del tiempo, las organizaciones no sólo requieren asegurar su calidad y la satisfacción del cliente para mantenerse en el mercado y sobrevivir. En los últimos años, la tendencia, tanto en la iniciativa privada como en el sector público, se dirige al concepto de “sostenibilidad”, el cual conjuga aspectos sociales, económicos y ambientales.
La salud ocupacional juega un papel fundamental dentro del aspecto social; no sobra decir que la frase “el recurso más importante de las empresas son las personas” aplica completamente. Cuidar a los trabajadores no sólo consiste en protegerlos de algún accidente, con tal de que no se ausenten, manteniendo la productividad. A veces las organizaciones pierden de vista que también las enfermedades ocupacionales pueden afectar el balance de sustentabilidad mencionado arriba. Aunado a esto, es común que se relacione el término “enfermedad ocupacional” con aquellas que son obvias o más notorias, por ejemplo, padecimientos respiratorios en ambientes en los que se manejan materiales peligrosos.
De acuerdo a la Lista de comprobación ergonómica (Ergonomic checkpoints), publicada por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), con fecha del 31 de diciembre de 2000, “Un elevado número de enfermedades y accidentes laborales son consecuencia de la ausencia de medidas ergonómicas en el lugar de trabajo. Se ha prestado más atención a la investigación y a la alta tecnología que a acciones prácticas en los lugares donde trabajan la mayoría de las personas. Hasta la fecha, la aplicación de principios ergonómicos sólo ha afectado a un limitado número de puestos, a pesar de su gran potencial para mejorar las condiciones de trabajo y la productividad. Como consecuencia, existe un enorme vacío en la aplicación de la ergonomía a los lugares de trabajo de diferentes sectores y países, tal como muestran muchos informes sobre accidentes de trabajo, enfermedades profesionales, accidentes mayores en la industria y condiciones insatisfactorias de trabajo.” Por lo tanto, crear consciencia acerca de la importancia de la ergonomía –que se define como “la ciencia aplicada de carácter multidisciplinario que tiene como finalidad la adecuación de los productos, sistemas y entornos artificiales a las características, limitaciones y necesidades de sus usuarios, para optimizar su eficiencia, seguridad y confort”–, puede ayudar a prevenir una variedad de padecimientos que finalmente afectan a las personas y, en consecuencia, al negocio.
Las empresas que han decidido implementar sistemas de gestión de seguridad y salud ocupacional, como OHSAS 18001 (ahora ISO 45001), casi siempre consideran los riesgos ergonómicos dentro de la evaluación que realizan; sin embargo, son pocas las que estudian a fondo los detalles de los mismos y/o, incluso, emplean alguna metodología, como por ejemplo, los métodos RULA, OWAS, REBA, NIOSH, entre otras, que tienen diversas aplicaciones. Por lo regular, las evaluaciones de riesgos consideran los ergonómicos de forma empírica y no le dan el peso necesario para una gestión más completa.
Por ejemplo, es muy común que las empresas consideren el trabajo de oficina como de bajo riesgo, dado que esos empleados no están expuestos de manera cotidiana a peligros relacionados con manejo de sustancias peligrosas, emisión de vapores, cargas pesadas, trabajos en alturas u otros que visiblemente podrían tener consecuencias severas. Por tal motivo, puede que la ergonomía en las actividades administrativas se tienda a tratar con una silla aparentemente ergonómica y ya. Sin embargo, el tema puede ser más profundo de lo que parece: desde el mobiliario que se ocupa, incluyendo la iluminación y el tamaño de la pantalla, hasta las posturas que el trabajador mantiene durante horas sin darse cuenta, sin pasar por alto la posición de los objetos que utiliza de manera rutinaria, como por ejemplo el ratón, la engrapadora y demás accesorios. Cada elemento en esa estación de trabajo hará que la persona se mueva de diferentes maneras, adoptando posiciones diversas, mismas que pueden ser riesgosas, aunque no lo parezca: una hiperextensión para alcanzar una carpeta en una repisa alta, puede traer alguna lesión si se hace de manera repetitiva; una persona que no utiliza correctamente su silla ergonómica, lastimará su espalda muy probablemente. Además, las estaciones de trabajo no forzosamente deben ser estándar, tomando en consideración que cada persona es diferente en dimensiones: la altura de un escritorio en conjunto con una silla, no siempre puede resultar cómoda y funcional para una persona de estatura media en comparación con otra bajita. Por lo tanto, sólo usar una silla aparentemente ergonómica no es suficiente.
En México, los datos más recientes de lesiones relacionadas con desórdenes posturales o actividades repetitivas, en actividades administrativas, se presentan concentradas en la siguiente tabla, cuya fuente es el documento Memorias Estadísticas IMSS 2017:
Enfermedad de trabajo | 2012 | 2013 | 2014 | 2015 | 2016 | 2017 |
Dorsopatías | 199 | 424 | 740 | 1242 | 1663 | 2109 |
Síndrome del túnel Carpiano | 225 | 336 | 418 | 540 | 636 | 748 |
Tenosinovitis de Estiloides Radial de (Quervain) | 207 | 256 | 291 | 432 | 422 | 479 |
No obstante, es sabido que en nuestro país la mayoría de los trabajadores es renuente a solicitar ayuda médica aunque detecte algún signo o síntoma relacionado con el desempeño de su labor, de ahí que, desde mi punto de vista, estos datos no reflejan la realidad.
Adicional a esto, no está de más citar el Reglamento Federal de Seguridad y Salud en el Trabajo, publicado en el Diario Oficial de la Federación el 14 de noviembre de 2014: “Artículo 42. En relación con los factores de riesgo ergonómico del centro de trabajo, los patrones deberán: I. Contar con un análisis de los factores de riesgo ergonómico de los puestos de trabajo expuestos a los mismos; II. Adoptar medidas preventivas para mitigar los factores de riesgo ergonómico en sus instalaciones, maquinaria, equipo o herramientas del centro de trabajo; III. Practicar exámenes médicos al personal ocupacionalmente expuesto; IV. Informar a los trabajadores sobre las posibles alteraciones a la salud por la exposición a los factores de riesgo ergonómico; V. Capacitar al personal ocupacionalmente expuesto sobre las prácticas de trabajo seguras, y VI. Llevar los registros sobre las medidas preventivas adoptadas y los exámenes médicos practicados.”
Por todas estas razones se considera importante que las organizaciones realicen estudios ergonómicos en las estaciones de trabajo, que ayuden a detectar hábitos de los trabajadores al realizar su labor y los factores ambientales de riesgo a los que puedan estar expuestos, de manera que se instrumenten controles operacionales adecuados.
ACERCA DE LA AUTORA
Beatriz Adriana Zaragoza Madrigal es Química de Alimentos, egresada de la Universidad Nacional Autónoma de México. Auditora líder en Sistemas de Gestión de Calidad, Ambiental, Seguridad y Salud Ocupacional y Responsabilidad Social. Gerente de Certificación en SAI Global México. Con experiencia en sistemas de gestión desde 1999.
Correo: Adriana.Duran@saiglobal.com