Fuente: Notimex
17-julio-2018
Las nuevas tendencias tecnológicas, como conectividad, viajes compartidos y electromovilidad, transformarán a nivel mundial el ecosistema de fabricantes de automóviles, sus proveedores, los usuarios y las tecnologías que facilitan el transporte de personas y productos.
Consecuentemente, diferentes oportunidades y desafíos tendrán diversas implicaciones crediticias para cada sector, aseguró en un reporte Moody’s Ivestors Service, calificadora internacional de calidad crediticia.
En su documento, la firma destaca las cuatro grandes tendencias que desde ahora y en los próximos años determinarán el futuro de la industria automotriz y sus servicios complementarios: la conectividad —que redefine los vehículos como aparatos móviles—, el mayor uso de vehículos de combustible alternativo, la introducción de automóviles autónomos y los viajes compartidos.
Estas grandes tendencias tendrán un impacto diferenciado para cada participante en la cadena de valor de la industria automotriz, lo que tendrá que ser atendido por las empresas y las instituciones que les presenten servicios financieros.
- Las armadoras de autos
Cada una de las cuatro tendencias representa riesgos en términos de inversiones adicionales de capital requeridas, además de incertidumbre en torno a las tecnologías, pero también implica oportunidades en términos de productos nuevos y diferenciados, refiere Moody’s.
Por ejemplo, una mayor conectividad en los vehículos brinda conexiones con ofertas de comercios minoristas, de medios de comunicación y ofertas de otro tipo.
Sin embargo, los fabricantes de automóviles enfrentan el desafío de cumplir con la expectativa de los clientes de que tal conectividad será una característica estándar y que los fabricantes deberán asumir el costo en gran medida.
- Las empresas aseguradoras
La conectividad a través de la telemática, mediante el uso de GPS u otro sistema de diagnóstico a bordo aumenta la capacidad de adaptar los productos y el precio en función del comportamiento real del conductor.
Sin embargo, surgen inquietudes en relación con la privacidad en la recopilación y uso de los datos.
- Los prestadores de servicios públicos como la electricidad
A medida de que la participación en el mercado de los autos de combustibles alternativos aumenta, gracias a un mayor foco de las políticas públicas en el cambio climático y la calidad del aire, los servicios públicos pueden tener nuevas oportunidades ante el aumento de la demanda de infraestructura para la carga de automóviles eléctricos.
No obstante, la responsabilidad de los servicios públicos también podrá ser mayor, debido a la dependencia en el suministro de energía e infraestructura, expuso la agencia evaluadora.
- Los productores de metales y la industria minera
La demanda de ciertos metales utilizados en baterías para automóviles crecerá con el incremento del uso de autos de combustible alternativo, pero también existirá el riesgo de que las inversiones resulten en pérdidas si se desarrollan baterías alternativas con diferentes materiales.
“El cambio de combustible a electricidad en los vehículos puede afectar el crecimiento de la demanda de gasolina, aunque al mismo tiempo puede presentar otras fuentes de ingresos a las compañías petroleras enfocadas en la innovación”, según Williams.
- Las compañías de tecnología
Los automóviles autónomos brindan oportunidades en los sistemas de navegación y operación, las cuales ampliarán sus bases de ingresos, aunque los riesgos en materia de seguridad informática y responsabilidad frente a errores y mal funcionamiento del programa pueden presentar un riesgo para los desarrolladores.
Moody’s destacó que los viajes compartidos y su integración con sistemas autónomos pueden aumentar la eficiencia en la movilidad personal y brindar oportunidades a las compañías de tecnología.
Sin embargo, si los viajes compartidos reducen el crecimiento de la compra de vehículos, esto traerá dificultades para los sectores de fabricación, financiamiento y seguros que dependen de dicho crecimiento, precisó.