Por: Fernando Arce Cerda / Logística 360 / 2h.visionindustrial@gmail.com
La cadena de frío tiene como un pilar importante el almacenaje de productos, los responsables de esta operación logística tienen que comprender la relación entre las prácticas de almacenamiento, la capacidad instalada, la infraestructura y el consumo eléctrico. Si vamos a gestionar esta logística, es imperativo tener claridad de la causa – efecto del sistema de frío y cómo este impacta en los costos logísticos.
En una instalación de servicios de frío, mantener la temperatura requerida por cada producto a lo largo de la cadena es una preocupación permanente para la gestión logística. Si bien el flujo logístico se comporta como el cliente del servicio de refrigeración o congelamiento, este tiene que trabajar de la mano con el proveedor de congelados, es decir, con el área de mantenimiento e infraestructura, puesto que los costos para mantener la temperatura están directamente relacionados con el comportamiento del flujo de materiales o productos y de los servicios que estos requieren.
El layout y la configuración de las instalaciones de frío variarán de acuerdo a la demanda logística de cada negocio. Existen almacenes con temperaturas de refrigeración (0° a 5°C) y congelamiento (-18° a -25°C), servicios de túneles de congelamiento, que a su vez pueden incorporar servicios de golpes de frio (-35°C). Servicios de maquila que implican trabajos en ambientes temperados (10° a 15°C), entre otros.
Cada grado de temperatura que el sistema aporta, para ser más específico, cada grado que el sistema sustrae del ambiente, es generado por los equipos del sistema de refrigeración y congelamiento. Los equipos principales que configuran un ciclo estándar de refrigeración son: el evaporador, el condensador, la válvula de presión y el compresor. Siendo este último el de mayor consumo energético, pudiendo alcanzar el 90% del gasto en energía de todo el sistema. El gasto en energía de una operación logística refrigerada puede alcanzar el 25% de los gastos totales, es entonces un punto crítico a controlar.
Al analizar el consumo eléctrico de un almacén de frio, una buena metodología consiste en enfocar el estudio en tres fases. La primera es el análisis del esquema tarifario, comprobar que la compañía se encuentra en el esquema adecuado, será muy útil para aplicar estrategias de ahorro correctamente. Adicionalmente, se debe explorar la oportunidad de negociar con la compañía distribuidora de energía, dependiendo de la potencia instalada y del volumen de KWh consumidos, se pueden obtener beneficios importantes en el costo de energía cambiando de esquema tarifario.
En segundo lugar debe analizarse la capacidad instalada y el consumo eléctrico del conjunto de los equipos refrigerantes como el compresor, evaporador, condensador, y de las instalaciones del sistema de almacenaje como son las cámaras, antecámaras, túneles entre otros. La demanda y el tipo de productos y sus características de congelamiento impactan directamente en el consumo eléctrico.
El diseño inicial del sistema de almacenaje estaba destinado a acoger una demanda y un tipo de productos determinados. Sin embargo, a través del tiempo las circunstancias del negocio cambian y es posible que el flujo logístico actual sea distinto al que se estimó originalmente, eso merece un análisis y un replanteamiento de la configuración del sistema de refrigeración y sus componentes.
El resultado será la disminución, incremento o cambio de equipos, la anulación, ampliación o recorte de las instalaciones, el cambio de la configuración de la alimentación del líquido refrigerante o tuberías, entre otras alternativas. En esta fase se deben realizar inversiones cuyo retorno dependerá del estudio y la selección de la mejor opción.
En tercer lugar el análisis debe enfocarse en todos aquellos factores dentro de la operación logística que incrementan la carga térmica y esta a su vez el consumo eléctrico. Se debe analizar detalladamente el recorrido de los productos en el sistema para identificar y medir los generadores del consumo energético. Los factores más recurrentes son:
- Ingreso de productos calientes al sistema
- Mal sellado de puertas exteriores
- Apertura excesiva de puertas internas
- Encendido excesivo de luminarias
- Paneles con filtraciones
Cada uno de estos puntos debe ser medido y monitoreado para aplicar estrategias que corrijan y mejoren el desempeño de la operación. Es importante entender el sistema de refrigeración como una capsula en la que cualquier grieta hará perder energía e incrementar el esfuerzo de las máquinas para igualar la temperatura de set, por lo tanto crecerá el consumo eléctrico y el gasto en este punto.
Resulta necesario que las partes de la organización responsables de la operación y rentabilidad del negocio de congelado trabajen en estrecha coordinación, puesto que las acciones de uno afectan el desempeño del otro. Por ejemplo, malas prácticas de almacenamiento incrementan la diferencia de temperatura existente dentro de las cámaras y su temperatura establecida. Esto genera un mayor esfuerzo en los compresores que trabajan para alcanzar nuevamente la temperatura estabecida. Una cámara de congelados que se encuentra a -22°C puede variar a -15°C si se mantienen las puertas abiertas excesivamente, los compresores ajustarán su consumo energético para regresar a -22°C.
Un indicador que muestra la relación entre consumo energético y flujo logístico es la proporción de KWh/Ton. En el numerador se coloca el consumo en KWh en un periodo de tiempo, y debido a que el objetivo es hacer eficiencias en el consumo, no interviene el valor monetario, ya que depende de factores externos a la operación. En el denominador se ubica la suma de las toneladas de producto ingresadas y despachadas del almacén de frío. El indicador explica el consumo energético debido al movimiento de mercadería en el almacén, mientras menor sea, más eficiente el consumo de la operación.
Las áreas de logística, compras, mantenimiento, infraestructura y comercial, deben trabajar en conjunto con el objetivo de minimizar las pérdidas de energía y hacer eficiente el flujo logístico de materiales a través del sistema de almacenamiento en frío. Mientras cada una de ellas aporte su pericia al proceso, las compañías podrán garantizar su rentabilidad.
ACERCA DEL AUTOR
Fernando Arce Cerda es Ingeniero Industrial especializado en Logística, experiencia laboral en Chile, México, China y Perú, desempeñando cargos de Jefatura, Gerencia de Logística y Consultor Logístico.
Fuente: http://logistica360.pe/2017/01/11/articulo-eficiencia-en-el-gasto-de-la-logistica-de-frio/